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Cientos de rondeños dieron ayer el último adiós a los dos ciclistas fallecidos

La iglesia de San Cristóbal se quedó pequeña y durante el funeral la plaza Magistrado Antonio Cantos seguía llena de rondeños. // CharryTV

Paco Gamero (55) se encontraba preparando a David Gallego (36), que iba a participar en la clásica Milán - San Remo

Ronda continúa sin levantarse del duro golpe que ha supuesto la pérdida de Paco Fernández Gamero y David Gallego. Ambos recibieron ayer el último adiós en un multitudinario sepelio que tuvo lugar en la iglesia de San Cristóbal. El templo se quedó pequeño y decenas de paisanos abarrotaron la plaza del Magistrado Antonio Cantos durante el funeral, que finalmente fue conjunto.

Los dos formaban parte del Club Ciclista Rondeño, una entidad histórica puesto que fue la primera en la provincia tras su creación en 1976. "Precisamente Paco fue uno de sus fundadores", afirmó el actual presidente en funciones, Antonio Villalobos. "Son momentos muy duros, que ninguno esperábamos.

Desgraciadamente estas noticias se dan a menudo, pero nunca piensas que te vaya a tocar vivirlo tan de cerca", señaló. Villalobos sostiene que "no hay consideración con la gente de la bicicleta y esto es lo que pasa cuando no se respetan las distancias establecidas". 

En los mismos términos se expresó Jesús Rosado, ciclista rondeño que ha participado en el Tour de Francia y amigo personal de los dos fallecidos. "La pérdida de Paco y David ha supuesto un golpe tremendo para la afición y toda la sociedad rondeña. Eran ciclistas de toda la vida y nos han enseñado valores y a amar este deporte tan duro. No merecían este final", apuntó.

Rosado subrayó que "Paco era mi padre deportivo, una de las personas que más me arroparon cuando puse fin a mi carrera deportiva. Y era también todo un referente en lo personal".

Según compañeros del club ciclista, "David era un enamorado de las clásicas internacionales". De hecho, era el propio Paco, curtido en mil rutas, quien lo estaba preparando para participar en marzo en la Milán - San Remo. El domingo programaron un recorrido entre su ciudad natal y Bobadilla, hasta que en el trayecto de vuelta la fatalidad se cruzó en sus caminos. Ambos han dejado huella y Ronda no los olvidará.