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Declara que intentó matar a un hombre porque se lo dijo su madre, ya fallecida

La titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 1 de Ronda ordenó su ingreso en un centro psiquiátrico. // CharryTV

D.G.A. resultó detenido en Ronda el viernes por golpear con un martillo en la cabeza a un hombre de 54 años

El móvil no fue robarle, sino acabar, presuntamente, con su vida. Esta es la conclusión que se extrae de la declaración ante el forense de D.G.A., un hombre de mediana edad que resultó detenido el pasado jueves después de asestar un golpe en la cabeza con una picola, una herramienta picuda para picar o cavar, a R.C.C., un vecino de la zona que escasos minutos antes de las ocho de la mañana se dirigía a su cochera ubicada en la barriada conocida como "UE-19" para retirar su vehículo y llevar a su hijo al centro escolar en el que cursa sus estudios.

El suceso culminó con la detención del agresor, mientras que el herido precisó asistencia sanitaria en el Hospital General Básico de la Serranía, donde le practicaron cinco puntos de sutura en la cabeza. Además, continúa con mareos y dolores de espalda desde entonces.

Según fuentes de la investigación el presunto agresor padece trastornos psiquiátricos, en concreto esquizofrenia paranoide y había abandonado su medicación, lo que provocó que durante dos días cometiese hasta cinco hechos constitutivos de delito, además del citado. D.G.A. fue autor presuntamente de cuatro robos con violencia, dos de ellos a punta de navaja y un hurto.

Sin embargo, R.C.C. corrió peor suerte. "Escuché la voz de mi madre, que me dijo: Mátalo, que le ha hecho daño a la familia", declaró ante el forense el presunto agresor, según apuntaron fuentes de la investigación.

Tras su detención, la titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 1 de Ronda ordenó su ingreso en un centro psiquiátrico. Las mismas fuentes señalaron que "al no producirse dolo", es decir, voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud, "y no ser dueño de sus actos, el presunto agresor, permanecerá internado unos meses, hasta que recupere el equilibrio". Por su parte, la familia del herido ha expresado su voluntad de que el agresor "sufra un castigo ejemplar, ya que ha demostrado ser un peligro".