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“Una vez, una premiada me dio dinero para que me comprara lo que yo quisiera”

Carrasco admite que aunque tenía muchas ganas de jubilarse la coincidencia de este momento con la pandemia ha trastocado sus planes. // CharryTV

Carrasco admite que aunque tenía muchas ganas de jubilarse la coincidencia de este momento con la pandemia ha trastocado sus planes. // CharryTV

Tras 33 años en la ONCE, Maripaz Carrasco se jubila, dice que tiene pendiente una cerveza con sus compañeros para despedirse, y que la entidad lo ha sido “todo” para ella

12 Apr 2021 - 18:07 // Charry TV Noticias

María José García

Vecina del Barrio de San Francisco, María de la Paz Carrasco ha dedicado gran parte de su vida a vender cupones con la ONCE y el pasado año la irrupción de la pandemia empañó su marcha de la entidad que, en sus palabras significa “todo” para ella.

“Si no fuese por la ONCE, ¿qué hubiera sido de tantas personas con discapacidad, deficientes visuales y ciegos totales? ¿Qué hubiéramos hecho?, porque ayudas estatales tenemos muy pocas… Ninguna. La ONCE no es solo el cupón, engloba muchas cosas: servicios sociales, escuelas de perros guía…”, enumera. Asegura que la pandemia le ha afectado bastante: “Tenía muchas ganas de jubilarme, pero todos los proyectos que tenía se me trastocaron”.

La ex vendedora de la ONCE dice que tenía en mente iniciar su jubilación viajando, y afirma que no ha podido despedirse en condiciones de sus compañeros, por lo que tiene “pendiente una cerveza con ellos”. “Ahora mismo hasta que esto no tome otros caminos y no nos vacunen es complicado”, añade.

Mari Paz rememora sus inicios como vendedora: “Con 18 años me pusieron el cupón en la mano, me explicaron un poco, salí a la calle a vender y así hasta que me jubilé. Luego ya tuve mi kiosko en calle Setenil, todo ha ido evolucionando evidentemente”.

Desde entonces sostiene que ha conocido a gente “muy buena y muy apañada”, y admite que lo que más echará de menos será el trato con la gente, y recuerda una anécdota sobre una de sus clientas a la que le tocó un premio de cuatro cifras que pensaba que sería menor.

“He dado aproximadamente unos tres premios. Una vez me dieron dinero para que me comprara unos zapatos que yo no quería. Me dijo una mujer mayor: Esto para que te compres unos buenos zapatos, y yo me los compré. Tengo muy buenos recuerdos del público, gracias a ellos he subsistido y gracias a ellos la ONCE sigue ahí, eso no se nos puede olvidar”, concluye Carrasco.

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