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La Policía investiga al menos tres robos cometidos en el centro durante la pasada madrugada

Hoy varios comerciantes de la ciudad se han encontrado con una desagradable sorpresa cuando se disponían a abrir sus negocios. // CharryTV

Los ladrones se hicieron con un botín de más de 2.000 euros en metálico y diverso material

La zona centro no se salva de la oleada de robos que están padeciendo los comercios de la ciudad en las últimas semanas. Al menos tres establecimientos de las calles Lauría y Monterejas han sufrido la acción de los ladrones durante la pasada madrugada, que según fuentes policiales han conseguido hacerse con un botín de más de 2.000 euros en metálico, además de diverso material.

El negocio que ha salido peor parado es el bazar chino de la esquina de calle Lauría con Doctor Carrillo Guerrero, cuyas persianas fueron forzadas por los cacos para acceder al interior. A las ocho de la mañana los propietarios se percataban de que varias estanterías se encontraban en el suelo y que la caja registradora había desaparecido. 

Otros dos comercios afectados se encuentran en calle Monterejas. Se trata de una peluquería de caballeros y una tienda de ropa juvenil. Carlos no pudo abrir hoy las puertas de su negocio para que decenas de rondeños se cortasen el pelo como cada día. En la puerta, un cristal roto y restos de sangre, del presunto ladrón en su intento por acceder al interior. Pese al revuelo de papeles y objetos, no echó en falta nada. "No me lo explico. Tenía el GPS de un amigo o mi colección de navajas antiguas, que valen un dinero". 

No corrió la misma suerte Víctor, el joven responsable de Switchy, un negocio de moda entre los adolescentes rondeños. Faltaban unos 150 euros en metálico y una chaqueta, cuyo valor en el mercado es de unos 90 euros. Mientras, efectivos de la Policía Científica recababan pruebas en su negocio. "El ladrón debe ser muy delgado, porque una persona normal no entra por el hueco que quedaba entre la persiana y el suelo", relataba otro comerciante de la zona. 

Por desgracia este tipo de delitos son cada vez más habituales en una ciudad que siempre ha destacado por ser una de las más seguras de la provincia. Hace unos días una pescadería de San Rafael sufrió la acción de los amantes de lo ajeno y en esta ocasión, el turno ha sido para al menos tres establecimientos comerciales de la zona centro. La Policía Nacional investiga los hechos, sin que por el momento se hayan producido detenciones.