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"Hay que salir de la zona de confort y me hacía mucha ilusión hacerme cargo de una comisaría"

Fernández ha atendido realizado hoy en su despacho la primera entrevista desde que llegó a nuestra ciudad // Nacho Garrido

Ramón Fernández, nuevo inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía en Ronda, destaca la colaboración de la sociedad local tras decretarse el estado de alarma

Manolo Guerrero

La comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Ronda cuenta desde la pasada semana con nuevo inspector jefe, el linense Ramón Fernández. Un hombre cercano y que ya conoce nuestra ciudad por la proximidad con su comarca natal, el Campo de Gibraltar, y porque parte de su familia procede de la localidad de Casares.

Tras más de doce años al frente del Puesto Fronterizo del Puerto de Algeciras se hace cargo por primera vez en su carrera de una comisaría que hasta hace apenas unos días contaba con Pablo López como jefe accidental después del nombramiento del ya comisario José Luis Molina como jefe de la Unidad de Coordinación Provincial de Cáceres, también de forma accidental tras conseguir el ascenso y quedar vacante el cargo.

Fernández afirma que está "asentándose" en Ronda tras hacer una mudanza en tiempo récord "porque las circunstancias y las necesidades lo exigían", aunque ya destaca "la buena acogida" tanto en la comisaría de Ronda, "como con los pocos contactos que he tenido con la ciudad".  

El nuevo inspector jefe afirma conocer Ronda "desde hace mucho tiempo, ya que soy de aquí de la zona, del Campo de Gibraltar. Tengo familia en Casares y he venido en varias ocasiones" y destaca que Ronda es una de las ciudades "más bonitas que tenemos en la zona. Un destino ideal". 

Ramón Fernández tiene 50 años. Entró en la Escuela Nacional de Policía de Ávila en 1994. Tres años después formó parte de la Unidad Central de Estupefacientes, especializado en temas de heroína. Luego, se centró en la lucha contra ETA un par de años antes de regresar a su tierra, el Campo de Gibraltar, primero en la comisaría de La Línea de la Concepción y, posteriormente, cinco años en Algeciras en redes de investigación contra la inmigración y las falsedades documentales.

Desde 2007 y hasta hace poco más de una semana se hizo cargo del Puesto Fronterizo de Algeciras, "el puerto más importante de España, actualmente el cuarto de Europa y en temas de tráfico de pasajeros y de problemática policial relacionada con la entrada y salida de personas es quizás el primero de Europa. Tenemos un continente a 14 kilómetros y es prácticamente un puente marítimo", sostiene. 

Un cambio "radical en muchos aspectos" al llegar a una de las ciudades más seguras de Andalucía procedente de "una unidad muy especializada en una zona muy determinada", pero estima que "hay que salir de la zona de confort y la verdad es que me hacía mucha ilusión hacerme cargo de una comisaría. Y una de las mejores que estaban disponibles es ésta, la de Ronda".

Desde hace un mes y medio el trabajo de la Policía Nacional en nuestra ciudad ha cambiado drásticamente tras decretarse el estado de alarma por la crisis sanitaria derivada de la llegada a España del COVID-19, lo que ha supuesto que los cuerpos y fuerzas de seguridad de Ronda y las unidades de La Legión trabajen de forma habitual de manera coordinada, sobre todo para intentar que se cumplan al máximo las medidas de confinamiento y evitar la propagación del virus. 

"La colaboración es necesaria y estupenda y estamos centrados prácticamente en el COVID-19", señala Ramón Fernández, que añade que "los otros delitos que nos llevan el día a día con motivo del confinamiento apenas existen, aunque lo demás no se abandona. Suele salir alguna cosa, pero con mucha menor intensidad". Acerca de la colaboración de la sociedad local, indica que "en general toda la población española está realizando un trabajo magnífico" y que "la colaboración, especialmente en Ronda, es muy buena".

Entre los retos que se marca en esta nueva etapa que acaba de emprender figuran "continuar con la labor que está realizando la Policía Nacional aquí, intentar siempre sumar" y asentar "la coordinación con la Policía Local y otros organismos". De igual modo, "que Ronda siga siendo una ciudad segura y podamos tener un factor de atracción para el turismo, que en los tiempos que vienen nos va a hacer falta en todos los aspectos".

Una histórica aspiración de sus precedesores en el cargo, los más recientes Antonio Alés, Francisco Núñez Bouzas y José Luis Molina, fue la modernización de las instalaciones de una de las comisarías más antiguas y peor dotadas de la provincia. Un objetivo que, como tantas cosas en Ronda, no ha llegado a consumarse en los últimos años por la inacción de las administraciones y después de que los diferentes partidos políticos solo hayan sacado del cajón este asunto en periodos electorales y con promesas que quedaron siempre en papel mojado.  

"Es un objetivo al que aspiramos todos, pero también hay que ver un poco las circunstancias en las que está ahora mismo la economía. Lo intentaremos impulsar en la medida de lo posible, pero ahora mismo es quizás un poquito más complicado que hace cuatro meses, como muchas cosas. Nos ha cambiado el paso a todos esta enfermedad", concluye Ramón Fernández.