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La obra de un rondeño, seleccionada en un Certamen Europeo de Bellas Artes

Fernando Segura reconoce que siempre tuvo claro que quería dedicarse al arte en cualquiera de sus formas. // Fernando Segura

La escultura de Fernando Segura, una crítica a la acción del hombre sobre el cambio climático, ha sido elegida entre 149 proyectos en un concurso de la Universidad de Sevilla

María José García

La obra “Cambio Climático”, del joven rondeño Fernando Segura, ha sido seleccionada entre otros 148 proyectos presentados en la XXVIª edición del Certamen Europeo de Bellas Artes organizado por la Universidad de Sevilla. Ante la imposibilidad de realizar una exposición con las obras presentadas debido a la crisis del coronavirus, estas pueden ser votadas por el público en este enlace.

Segura, de 21 años, cursa 2º de Bellas Artes en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, y su composición, hecha de madera, cerámica, arcilla y metal; representa una prensa de madera antigua en la que puede verse un botijo deformado.

“La obra en realidad tiene mucho que ver con Ronda, porque mi familia se dedica a la cerámica, la arcilla es como la tierra que pisamos, lo primero que utilizamos cuando comenzamos a hacer vasijas, y me parecía una imagen muy potente. El botijo no lo vemos en su estado natural, es como la Tierra, ya que el derretimiento de los polos y la contaminación hacen que no veamos a la Tierra en su estado natural”, argumenta el rondeño, quien dice preferir que sea el visitante quien infiera el verdadero significado de la obra.

Fernando se encontraba trabajando en la pieza cuando, un día, leyendo el periódico, dio con una noticia sobre cambio climático que le impactó por la crudeza de los devastadores datos que ofrecía. “Me di cuenta de la inconsciencia y la necedad que había en la población sobre este asunto y me vi en la obligación de hacer algo”, confiesa, y tiempo después supo de la existencia de este certamen y eligió dar a su obra un toque más crítico por el alcance que pudiera tener.

El joven cuenta que desde niño tuvo la necesidad de expresarse mediante el arte, pero lamenta que la asignatura de artes plásticas en los centros educativos “no está incentivada al nivel de otras asignaturas”. 

Cuando concluyó el Bachillerato de Artes en el Instituto Martín Rivero de Ronda, inició la carrera de Artes Escénicas en Madrid. Sin embargo, tras el primer año dejó estos estudios porque consideraba que “es el trabajo más complicado del mundo, porque pones en riesgo tu mentalidad, tus sentimientos, es una profesión que juega mucho con los límites, además creo que el mundo laboral no está en estos momentos para vivir de y disfrutar de las artes escénicas”.

Fernando lamenta que, en muchas ocasiones, las personas dejan a un lado su “necesidad de expresión artística” cuando se sitúan ante el dilema de desarrollar una profesión con la que ganar dinero, o bien otra que les aporte satisfacción personal, pero reconoce que en su caso siempre tuvo claro que se decantaría por esta disciplina.

Tras esta experiencia, Segura optó por cursar Bellas Artes ante la diversidad de ámbitos que englobaba. Al ser preguntado por su objetivo profesional, el joven afirma: “No sé si dentro de 20 años estaré haciendo poesía… Estaré donde el arte me requiera en cada una de sus formas, el arte me tiene a su disposición”.