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Antonio Jiménez, el rondeño que trató de emular a Goya y Picasso en su obra

Foto del pintor cedida por su viuda María del Carmen Pérez. // CharryTV

El pintor, nombrado hijo adoptivo de la ciudad, falleció por coronavirus el pasado jueves, dejando una producción artística de más de 300 cuadros y esculturas

María José García

El pintor Antonio Jiménez, nacido en Ronda y que dedicó parte de su obra al estilo goyesco, fallecía el pasado jueves en Madrid a los 86 años como consecuencia del coronavirus, dejando una producción artística de más de 300 cuadros y esculturas, como asegura a Charry TV su viuda, María del Carmen Pérez.

Su trayectoria y vínculo con Ronda hizo que Jiménez fue nombrado como hijo adoptivo ilustre de Ronda hace una década.

“Era un trabajador nato de la pintura, y tenía pensamientos tan buenos como su pintura”, sostiene Pérez, quien cuenta que el pintor padecía alzhéimer desde hacía más de una década, pero que en sus inicios solía compaginar la pintura con la escritura de poemas.

La viuda del pintor afirma que su difunto esposo quería ser torero, pero que fue en un viaje a Madrid en el que intentaba abrirse paso en el mundo de la tauromaquia donde conoció a José Finat y Escrivá de Romaní, conocido como “Conde de Mayalde”, y este le dijo que lo suyo era la pintura.

Jiménez dejó el rondeño Barrio de San Francisco en el que vivía y en 1959 se instaló en Madrid donde comenzó a desarrollar, de forma autodidacta, su obra, que constó de dos etapas diferenciadas: la primera dedicada al estilo goyesco y la segunda a la figuración moderna, no abstracta, según Pérez.

El pintor solía realizar trabajos artísticos en iglesias cuando estos surgían, y a veces era “pintor de brocha gorda” para ganarse el pan, como relata su viuda, pero las obras de su época goyesca destacaban por el detalle de los fondos, y en la temática de su obra predominaban los paisajes, retratos y figuras geométricas que evocaban el estilo de Picasso.

Pérez cuenta como anécdota que Jiménez solía cartearse con el pintor, también de Ronda, Joaquín Peinado, cuando este vivía en Francia, y opina que al igual que Peinado cuenta con un museo en la ciudad del Tajo con su nombre, su difunto esposo debería de tener uno propio.

“Hace seis años escribí una carta a la alcaldesa para proponerle la creación de un museo con la obra de Antonio, pero no me hicieron ni caso”, lamenta Pérez, quien propuso a la regidora María de la Paz Fernández que dicho museo contara con una exposición permanente con 60 obras de Jiménez.

El pintor rondeño definía su estilo como un “Pintor en parcela propia, abriendo puertas, ventanas y acequias”, y según asevera su viuda, cuando la conoció y tuvieron hijos la tonalidad de sus cuadros cambió, ya que comenzó a introducir en ellos colores más alegres y vivos.

Una de sus exposiciones, dedicada a la mujer, recorrió multitud de ciudades españolas desde los años 60 hasta 2010, pasando por Madrid, Valencia, San Sebastián, Vigo, Cuenca, Valladolid y Málaga entre otras.