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El ejemplar legado de Marcos Naz

Más de un centenar de ex alumnos y alumnos del docente acudieron a su homenaje de despedida desde distintos puntos de Andalucía. // IES Martín Rivero

Artículo de opinión de María José García, periodista de CharryTV

La pasada semana fue la última de Marcos Naz como profesor de Física y Química en el Instituto Martín Rivero de Ronda, donde cierra una etapa de 10 años. Una década muy fructífera, en la que el docente ha contribuido a revolucionar la relación de los alumnos con el aprendizaje y la ciencia, gracias a su constante empeño en convertir la investigación en una materia transversal, en la que los estudiantes ejercitan el pensamiento crítico y experimentan con materiales de su entorno para afianzar la teoría impartida en clase.

De hecho, ese impulso se materializó en la creación de asignaturas como Proyectos de I+D+I, Cultura Científica, Jóvenes con Investigadores o Investigación Avanzada en niveles de ESO y Bachillerato que, hasta entonces, no estaban familiarizados con este ámbito.

Estas materias han actuado como una especie de trampolín para que jóvenes, muchos de ellos desmotivados con anterioridad por tener que hincar los codos, comenzaran a descubrir una vocación oculta en idear proyectos científicos, partiendo de objetos del día a día, en cuya utilidad no habían reparado antes.

Muchos de ellos han aprendido un nuevo significado del esfuerzo, dedicando las tardes a ultimar trabajos en equipo en el instituto, a pocos días de exponerlos en concursos de alcance andaluz o nacional, y trabajando codo con codo con investigadores universitarios, teniendo así su primera toma de contacto con este mundo.

La labor de Naz resulta especialmente admirable si tenemos en cuenta los limitados recursos con los que el personal docente y directivo de colegios e institutos deben planificar el curso, adaptando el programa académico a una normativa muy cambiante, sobre todo durante los primeros años de pandemia.

Un obstáculo que el docente y su equipo han sabido sortear, tomando parte en numerosos certámenes científicos en los que ya eran habituales antes de la crisis sanitaria, cosechando destacadas distinciones en áreas muy diversas, pero que tenían en común el afán de emprender proyectos innovadores, de mirar más allá de los apuntes o del examen del día siguiente.

El reconocimiento a la trayectoria de Marcos Naz no se ha limitado al ámbito institucional, en el que la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha premiado la aportación del profesor a la enseñanza de forma reiterada en los últimos años, sino que su talante y buen hacer le han valido el respeto y la confianza de sus alumnos, que hace unos días le rendían homenaje en el salón de actos del instituto rondeño.

Aquel día, como guiño a su metodología, los estudiantes le obsequiaron con un póster que, a modo de proyecto científico, resumía los hitos del docente en estos 10 años de trabajo. Aunque el próximo septiembre el instituto inaugure un nuevo curso sin Naz, su legado continuará creciendo de la mano de Mercedes Ávila, y de otros docentes que le han acompañado por el camino y que, con buen criterio, darán continuidad a sus propuestas para que el alumnado pueda aspirar al mejor futuro posible.