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“Nos ha pillado de improviso, con las reservas al mínimo y prácticamente con casi nada”

Rubén Tornay critica la falta de ayudas emprendidas por parte de las administraciones pese a los gastos a los que los autónomos deben hacer frente. // Juan Velasco

El anuncio de reapertura pilla por sorpresa a empresarios y trabajadores de sectores no esenciales, que reanudan con cautela su actividad este viernes

María José García

Los responsables de bares, restaurantes y establecimientos pertenecientes a sectores no esenciales han tenido poco margen para preparar la reanudación de su actividad ante el precipitado anuncio que lanzaba en la tarde de ayer el gobierno andaluz. Tanto es así que esta mañana, eran frecuentes los negocios de este tipo que mantenían sus puertas cerradas.

“Nos ha pillado de improviso, con las reservas al mínimo y prácticamente con casi nada. Además no somos de Ronda, somos de Benaoján, y tuvimos que venir a última hora para ir preparando todo a desmano”, admite desde el Café Plaza su propietario, Rubén Tornay.

A su juicio ninguna de las administraciones ha emprendido las ayudas necesarias para capear el temporal: “No estamos en contra del cierre, lo que estamos en contra es de que no se nos ayude. El cierre de actividad era una risa, un 40% de la base, 300 y pico euros, y con eso no se paga prácticamente ni la luz”.

“Lo que queremos es trabajar, no pedir limosnas a nadie, ni pedir ayudas por pedirlas, sino poder desarrollar nuestra actividad con normalidad”, señala Antonio Palma, secretario de APYMER.

Palma estima que la primera semana de marzo, los trabajadores afectados por el cierre podrán comenzar a recibir las ayudas anunciadas por el Consistorio, y añade que sectores como la hostelería podrán acceder hasta a 3.000 euros que la Junta de Andalucía habilitará próximamente.

Algunos empresarios han visto en las compras virtuales un pequeño alivio entre sus cuantiosas pérdidas, como es el caso de Antonio Pérez, gerente de Calzados Pérez Cabrera: “Tenemos página web, y algunas que otras ventas han salido, también por whatsapp. Ahí hemos estado luchando, llevando zapatos a las casas y aunque fueran zapatillas, pero con tal de no estar en casa sentados lo que hubiera que hacer”.

“Es inexplicable que los negocios estén cerrados. En un supermercado donde todo el mundo puede estar agolpado no hay contagios, y aquí que solo pueden entrar dos personas, sí”, se queja Cepero Ruiz desde Ronda Musical, y señala que los propietarios de locales no han sido comprensivos ante la situación. “Han preferido perder a un inquilino que lleva un montón de años cotizando a intentar respaldarlo”, afirma con rotundidad.

“Se ha retraído mucho el consumo y cuesta salir de casa con la situación que estamos viviendo, pero creo que si llegamos bien al jueves que viene y podemos recuperar la movilidad entre municipios la situación va a cambiar bastante”, vaticina Palma.