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El Barrio de San Francisco acoge festivo el Domingo de Resurrección

La talla de Cristo Resucitado es obra del imaginero veleño Israel Cornejo. // Paloma González

Cristo Resucitado y Nuestra Señora de Loreto, que estrenó un manto rojo, recorrieron las calles en dos parihuelas portadas por una treintena de horquilleros cada una

María José García

Dieron las 10:30 cuando se abrieron las puertas de la Iglesia del Espíritu Santo para iniciar la última estación de penitencia de la Semana Santa de Ronda: la de Cristo Resucitado y Nuestra Señora de Loreto, que desde 2019 no habían tenido la posibilidad de hacer ese acto de fe por las calles coincidiendo con la Semana de Pasión.

Multitud de vecinos del Barrio de San Francisco se acercaron para vivir en primera persona una salida excepcional de las imágenes, portadas por una treintena de horquilleros en nuevas parihuelas, que habían sido decoradas con enseres de la hermandad. Un dato que ya conocíamos el pasado mes de enero, cuando el Hermano Mayor, Miguel Becerra, anunció que las imágenes no saldrían en los pasos habituales para evitar posibles contagios de COVID-19.

El principal estreno, que no pudo hacerse en 2020, fue un llamativo manto rojo que portó Nuestra Señora de Loreto; y mientras que el Señor estuvo acompañado por los sones de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Humildad de Lebrija; tras la virgen, la Banda de Música Arunda.

También hubo un pequeño guiño a las víctimas de la guerra en Ucrania, con la presencia de dos lazos con los colores de la bandera ucraniana junto a la campana de cada parihuela.