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Construyen una sala de responso en el tanatorio de Algatocín

Este espacio formará parte de las instalaciones del nuevo cementerio, ubicado en la zona de ‘Los Hoyos’. // José Antonio Gallardo

Ya no será necesario trasladar los féretros desde el tanatorio hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario

El Ayuntamiento de Algatocín se encuentra ejecutando el proyecto de creación de una sala de responso en el tanatorio municipal. Según ha explicado José Manuel López, alcalde de Algatocín, una vez finalizados los trabajos y adecuada la sala no será necesario trasladar los féretros desde el tanatorio hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Algatocín para oficiar los responsos, con la molestia que ello supone para los familiares y allegados del fallecido, ya que este acto podrá ser llevado a cabo en el propio cementerio.

Las obras están consistiendo, fundamentalmente, en la eliminación de tabiques para conectar las dos salas del tanatorio y en la construcción de la propia sala de responso habilitando una planta superior. Además, se procederá a acondicionar el exterior del tanatorio para ampliar la zona de aparcamiento.

El proyecto, que dispone de un presupuesto de 115.000 euros procedente del Plan de Asistencia Económica Municipal de la Diputación Provincial de Málaga, se inició hace unos días y se prolongará durante los próximos meses con la contratación de varios trabajadores del municipio.

Esas obras suponen la segunda actuación que el Ayuntamiento de Algatocín lleva a cabo en el tanatorio en las últimas fechas, ya que a principios del pasado año concluyó la ampliación del espacio mediante la construcción de una estructura y su posterior cerramiento con una inversión de 40.000 euros.

La apertura del nuevo cementerio de Algatocín se produjo hace poco más de cinco años. Haciendo un breve recorrido cronológico, los terrenos donde actualmente se sitúa el cementero fueron adquiridos a finales de la década de los 90.

En los años posteriores se ejecutaron en los mismos diferentes fases para la construcción del nuevo camposanto a través de una serie de planes provinciales, subvenciones impulsadas por la Diputación de Málaga que, en la creación de esta instalación, sumaron un presupuesto total cercano al millón de euros.

Una vez finalizadas las múltiples fases señaladas anteriormente, el cementerio aún se encontraba por concluir. Además, el hecho de que este espacio no contase con inversiones durante casi una década por motivos burocráticos y por la afectación de su acceso a una vía pecuaria, propició que algunas zonas del cementerio se deteriorasen con el paso del tiempo.

Fue en el año 2012 cuando el Ayuntamiento reanudó los trabajos en el camposanto y comenzó a poner en marcha una serie de proyectos como el acondicionamiento del acceso, la instalación de un horno incinerador de restos, la colocación de un sistema de depuración de aguas, la dotación de mobiliario para el tanatorio municipal, la construcción de un muro de escollera en el exterior de las instalaciones, la instalación de nuevos nichos, la pavimentación del suelo, la construcción de una fuente que se abastece de un manantial natural, el arreglo de los baños y la instalación de agua caliente, el hormigonado del perímetro del tanatorio, la habilitación de un espacio para depositar cenizas y, por último, el vallado y adecentamiento de la parcela exterior del cementerio.

Con estas obras realizadas entre 2012 y finales de 2015, cuyo presupuesto total alcanzó los 500.000 euros, las instalaciones fueron plenamente adaptadas a la legislación vigente.