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“Espero que cuando tengamos que luchar por la sanidad no nos veamos solos”

El enfermero rondeño cuenta la desprotección que ha sentido ante la falta de medios de la que ha sido testigo en el centro hospitalario. // Alejandro González

Conversamos con Alejandro González, el enfermero rondeño que trabaja en la UCI del Hospital Carlos Haya de Málaga y que ha vencido al coronavirus

María José García

El enfermero rondeño Alejandro González trabaja desde hace 13 años en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Carlos Haya de Málaga, y ha sido uno de los más de 30.000 sanitarios españoles a los que se ha diagnosticado de COVID-19. Afortunadamente ya ha superado la enfermedad y mañana se reincorporará para seguir haciendo frente al virus en primera línea.

González asegura que se ha sentido “indefenso y vulnerable” ante la desprotección que ha evidenciado la falta de medios, que según cuenta ya sufrían los sanitarios últimamente debido a los recortes en sanidad, pero que se ha agravado considerablemente con la llegada de la pandemia.

“El personal ha tenido que hacer manualidades para suplir la falta de equipo que se daba a la hora de vestirse con los EPI [Equipos de Protección Individual]. También hemos tenido que insistir mucho para que nos hicieran tests a los sanitarios”, lamenta el enfermero.

Alejandro explica que el personal ha trasladado en reiteradas ocasiones a los directivos la necesidad de que los profesionales tuvieran acceso a los test de diagnóstico, que no han comenzado a realizarse entre los trabajadores hasta hace unas semanas.

El gran volumen de pacientes contagiados por el coronavirus llegó a ocupar a finales de marzo hasta cinco de los seis módulos con que cuenta la UCI del Hospital Carlos Haya, y los sanitarios comenzaron a habilitar como UCI unidades con menor carga de pacientes como la de cirugía. Fue precisamente sobre esa fecha cuando Alejandro, que además de exponerse al contagio es asmático, comenzó a sentir fiebre, dolores musculares, malestar general y, con los días, un sospechoso picor en la garganta y el pecho.

Tras notificar sobre los síntomas al área de Salud Laboral del centro hospitalario, pudo someterse a un test PCR que el 23 de marzo dio positivo. Así, el enfermero se sometió a una segunda prueba que volvió a dar positivo el Martes Santo, 7 de abril, y al fin el pasado 14 de abril, obtuvo su primer negativo.

Alejandro, que ha pasado la cuarentena en casa con una evolución favorable de sus síntomas, cuenta que el día en que conoció el resultado negativo sintió “un subidón” y, aprovechando su afición al carnaval, compuso la letra de un pasodoble que interpretó sobre la melodía de una pieza de Martínez Ares, como gesto de gratitud a sus vecinos. En ella agradece la responsabilidad de sus conciudadanos durante el confinamiento y los invita a apreciar el valor de la sanidad pública.

“No me gusta que me llamen héroe, me gusta que valoren mi trabajo. Espero que, después de todo esto, cuando tengamos que luchar por la sanidad pública, no nos veamos solos. Porque es la sanidad que tantos años y tanto sacrificio les costó a nuestros mayores, que no se olviden de nosotros cuando haya una marea blanca. Yo llevo 20 y tantos años en esto y va a peor”, zanja el rondeño.