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“Nuestras nueces tienen una calidad y un sabor que no van a encontrar fuera”

De las en torno a 45 hectáreas de extensión de la finca, unas 32 son productivas. // Nueces de Ronda

En plena campaña de la nuez, la nogalera más antigua de España, Nueces de Ronda, busca enfocar sus ventas en el mercado local, tras conquistar el nacional

María José García

La empresa “Nueces de Ronda”, ubicada en el kilómetro 3 de la Carretera de El Burgo y enmarcada en la nogalera más antigua de España, con alrededor de 32 hectáreas productivas de un total de 45, se encuentra inmersa en plena campaña de la nuez.

Desde hace un mes, una veintena de trabajadores de la Serranía, varios de ellos vecinos de Ronda con una amplia experiencia, se afanan en la recogida del producto en la Finca La Molinilla, con más de un siglo de vida.

“Me siento muy orgulloso de mis trabajadores, muchos de ellos empezaron hace 30 años y son capaces de distinguir una variedad de nuez de otra solo con la vista. Lo más importante de una empresa es el valor humano de los trabajadores que lo componen”, sostiene el gerente de Nueces de Ronda, Álvaro Fernández.

Fernández admite que desde que relevó a su padre, José Luis Fernández, al frente del negocio familiar, las nueces de Ronda han contado con una gran aceptación en ciudades del norte de España: “Tenemos muchos clientes de la zona del País Vasco, Burgos, Valladolid, Madrid, Valencia, y aquí en los alrededores de Ronda la verdad es que no tiene ese nombre que desde hace un par de años hemos querido darle a la marca”.

El gerente confiesa que prefiere dar salida a su producción a través del pequeño y mediano cliente, en detrimento de grandes almacenes: “Prefiero que lo nuestro se quede aquí. Lo que más me gustaría es que la gente sepa lo que tenemos, y no vayan a comprar nuez americana, que es muy blanca, bonita pero con menos sabor. La nuestra es más natural, tiene más sabor y una calidad que no la van a encontrar fuera”.

En 1986, cuando el padre de Álvaro emprendió el negocio, sembró 15 variedades distintas de nuez, a la espera de comprobar la rentabilidad de cada tipo: “A día de hoy de esas 15 conservamos: la Serr, la Franquette y la California; y en los últimos años hemos incorporado la Howard y Chandler”.

La Finca “La Molinilla”, que se concibió en un inicio como un olivar, pertenecía a la abuela de Fernández, Josefa Cantos, y posteriormente pasó a manos del padre de este: “Investigando comprobó que hacía falta luz, mucho calor, mucho frío y mucha agua para cultivar la nuez. Se tiró a la aventura y primero puso 100 árboles, luego 1.000 y así fue mejorando la finca en cuanto a nogal. Vio que el resultado fue bueno”.

“Hace 28 años dejé mi trabajo de informático en IBM, en Málaga, para ayudar a mi padre, y hace pocos años cogí la dirección de la empresa. Tengo una ilusión y un interés inmenso para que esto tire para arriba y dar empleo de calidad. No es rentable a día de hoy, pero espero que en varios años lo sea”, confía el empresario.