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Emprender en tiempos de coronavirus

Escudero Eventos se inauguró el 11 de marzo y horas después de su apertura, el día 13, el Gobierno decretó el estado de alarma. // José Manuel López

Alberto Salvatierra y José Manuel López abrieron sus respectivos negocios días antes de que el Gobierno central decretara el estado de alarma

María José García

La apertura de un nuevo negocio trae consigo la asunción de riesgos que repercuten en lo económico, pero también, en algunos casos evoca la ilusión de un nuevo comienzo y de poder salir adelante dedicándose a aquello con lo que uno disfruta.

Esas esperanzas se vieron truncadas para varios rondeños que, lejos de imaginar que una pandemia trastocaría sus planes, decidieron abrir sus negocios pese a la incertidumbre y tras un importante esfuerzo organizativo y económico.

“Conseguimos abrir el 15 de febrero con la mala suerte de que, con un negocio recién abierto y con un montón de deudas pendientes con los proveedores, porque al principio todos son gastos, nos vimos en la obligación de cerrar por el estado de alarma. Con eso nos bajó la facturación a cero, con lo que estos meses que hemos estado parados hemos aguantado a duras penas”, son las palabras de Alberto Salvatierra, propietario de la Tintorería El Tajo.

“El negocio se montó con mucho trabajo, tras documentarnos y formarnos mucho, porque la verdad es que no es fácil en los tiempos que corren montar un negocio de estas características, con la normativa tan exigente que tenemos en España”, admite Salvatierra.

Tras las primeras semanas de funcionamiento de la tintorería, Alberto vio cómo la propietaria del negocio y una de las trabajadoras debían acogerse a las ayudas habilitadas por el Gobierno central para afectados por ERTES y autónomos. Mientras tanto, él se vio obligado a negociar con los proveedores que, al inicio de la crisis “no perdonaban” los impagos pero, a medida que avanzaban las semanas fueron cediendo.

“El negocio se reabre ahora como el primer día, quizá aún con mayor ilusión, porque viendo las inclemencias que pueden ocurrir te ves en la tesitura de que nada es seguro en la vida”, asevera Salvatierra.

José Manuel López, propietario de Escudero Eventos no tuvo ocasión apenas de estrenar su nuevo proyecto empresarial: “El día 11 fue la inauguración, el 13 nos decidimos a abrir, y por la tarde declararon el estado de alarma. Habíamos invertido mucho esfuerzo, ya teníamos muchas comuniones cerradas, y quería tenerlo todo a punto unos meses antes de que llegaran”.

La familia de López siempre se dedicó al mundo de la hostelería y él decidió crear un catering propio con el que se desplazaba para eventos como comuniones o fiestas de jubilación. Echaba en falta tener su propio espacio para organizar eventos, y fue entonces cuando dio con la antigua Venta El Mirador, que reformó y modernizó por completo.

El inmueble consta de una terraza de 300 metros para servir cócteles y ofrecer cenas al aire libre, y el restaurante cuenta con aforo para unas 120 personas. “Abriremos a principios de junio si el tiempo acompaña, tengo buenas perspectivas. No era un negocio que estuviera rodando, aunque ya ha habido clientes y allegados que han ido llamando para preguntar cuándo volvemos”, admite López. El joven empresario se muestra descontento por la gestión de la crisis por parte del Ejecutivo: “Parece que van dando palos de ciego”.

Financiación y una idea que funcione, son dos de los pilares esenciales que según López deben de tener en cuenta aquellos que aspiren a emprender: “Lo más complicado es la financiación, si tienes una buena idea pero no puedes adquirir crédito es complicado. Es importante tener una idea que funcione, porque hay gente que abre negocios a lo loco, tienen que echar el cerrojazo, y eso frustra. Yo he montado el negocio de lo que sé, tienes que pensártelo muy bien”.