Ronda > Sociedad

La Truequería ya cuenta con una treintena de voluntarias

Las impulsoras del proyecto junto a tres voluntarias en el centro cívico de la barriada de Padre Jesús. // CharryTV

El proyecto impulsado por Kid, Shanna y Amèlie sigue creciendo y su última edición ha vuelto a ser un éxito

Paloma González

El Centro Cívico Juan Carlos I de la barriada de Padre Jesús acogió los días viernes y sábado de la pasada semana una nueva edición de La Truequería, un proyecto solidario basado en el intercambio de ropa, zapatos, accesorios y bisuterías que no se usa para que sean reutilizadas.

Sus promotoras son Kid, Shanna y Amèlie, dos holandesas y una francesa residentes en nuestra ciudad que se sienten muy orgullosas de la evolución que está teniendo esta iniciativa que comenzó después de la pandemia.

Kid nos explica que la idea inicial era hacerlo entre un grupo de amigos, la mayoría extranjeros, porque estas prácticas sí son muy frecuentes en sus países de origen: “Aquí no está muy bien visto comprar o llevar ropa de segunda mano, pero deberíamos concienciarnos porque es increíble la cantidad de prendas que se tiran al año en perfecto estado”.

De hecho, el proyecto se basa en la regla de las tres R: reciclar, reutilizar, y reducir residuos. Es por ello que esta acción está orientada al público en general y no sólo a personas con dificultades económicas:

“Podemos ayudar a muchas personas necesitadas porque las prendas no cuestan nada. Es todo gratis. A cambio, pedimos a los usuarios donaciones de otras prendas que ya no usen. Pero también queremos atraer a personas que se encuentren en una buena posición”, explica Amèlie.

De hecho, lo que comenzó como una acción pequeña y simbólica en casa de Kid se ha convertido en una iniciativa mucho más grande que ya cuenta con más de una treintena de voluntarias.

“Nos vamos turnando porque La Truequería se celebra cada dos meses y no todas tenemos disponibilidad. En cualquier caso, quedamos unos días antes y empezamos a revisar todas las prendas, calzado y accesorios que nos han donado para ofrecer sólo las que se encuentren en buenas condiciones. Las seleccionamos y las clasificamos para ponerlas en los percheros de las diferentes secciones: infantil de 0 a 2 años, infantil, adultos mujer y adultos hombre, tanto para la temporada de invierno como para la de verano”, explica una de las voluntarias.

¿Y qué pasa con la que no se cuelga? “Aquí no tiramos nada. Eso iría en contra de nuestra filosofía. Una parte la entregamos a una ONG, también a diferentes empresas como talleres mecánicos para que sea utilizada como trapos. Además, la colocamos en una mesa aparte para que la gente le pueda dar otros usos. Por ejemplo, para hacer manualidades”, añade Shanna.

La última edición ha vuelto a ser un éxito y sus promotoras esperan que cada vez sean más los rondeños que apuesten por la “segunda mano”.