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Concha Villalta: “Este año el Club Agra ha demostrado que, pese a dificultades, podemos con todo”

La entrenadora ha mostrado su satisfacción por la madurez y el coraje que han mostrado sus alumnas este curso // Alejandro Portillo

La directora del club de gimnasia rítmica repasa una temporada marcada por los logros deportivos, el esfuerzo colectivo y su propia recuperación tras un grave accidente

Alejandro Portillo

A pesar de que el curso comenzó con un duro revés personal, Concha Villalta, presidenta y directora del Club Agra de gimnasia rítmica, hace balance de un año “peculiar, pero positivo”. En una entrevista concedida a nuestro medio, Villalta relató cómo, tras fracturarse ambos talones al inicio de la temporada, logró mantenerse al frente del club con la ayuda de su equipo técnico, el apoyo de las familias y con mucho compromiso.

“Tuve que dirigir los entrenamientos desde una silla de ruedas”, recuerda Villalta. “Fue un proceso para el que nadie está preparado, pero gracias a la experiencia, la colaboración de las monitoras y el esfuerzo de las gimnastas, conseguimos salir adelante”. Durante varios meses, coreografió rutinas a distancia, sin poder acercarse a las niñas, apoyándose de las entrenadoras Lucía y Vero, que se hicieron cargo del club en su ausencia.

Los resultados, sin embargo, no se resintieron. El Club Agra ha cerrado la temporada con múltiples podios en competiciones como el Al-Ándalus o los campeonatos autonómicos, donde sus gimnastas han competido en niveles de alta exigencia con más de 50 participantes por categoría. “Hemos tenido cuartos y quintos puestos, incluso un primer puesto en fase oriental”, destacó Villalta.

Pero más allá de las medallas, la directora del club celebra especialmente la madurez de sus gimnastas. “Las he visto más comprometidas que nunca. Algunas han entendido este año que, si se esfuerzan, los resultados llegan. Han asumido responsabilidades y se han volcado no solo en entrenar, sino en cuidar de mí y entre ellas”.

Uno de los grandes retos que enfrenta el club es la marcha de las jóvenes cuando acceden a estudios superiores fuera de la localidad. “Pierdes generaciones enteras de gimnastas formadas durante años”, lamenta Villalta. Aun así, celebra que muchas de ellas regresan de visita, incluso con sus propias hijas, para mantener vivo el vínculo con el club que las formó en su día.

Con la vista puesta en el futuro, Villalta tiene un objetivo claro: “Me jubilo en tres años y me gustaría dejar al Club Agra con una base sólida, con niñas que puedan competir en nivel base nacional. Quiero que lo que se lleven de la rítmica no sean solo trofeos, sino herramientas para la vida”.

Villalta también quiso lanzar un mensaje a quienes se plantean iniciarse en la gimnasia rítmica: “Es un deporte duro, pero lo que te aporta muchísimo. Se empieza desde los cuatro años, pero nunca es tarde”. El Club Agra cierra así una temporada difícil pero exitosa, demostrando que el deporte es, también, una escuela para afrontar los problemas que pueden llegar a lo largo de la vida.