El tomate rosa de La Indiana es uno de los reyes del campo rondeño en esta época. Agustín Ríos, dueño de la Huerta Los Molinos, ubicada en el paraje de Los Molinos, es uno de esos hortelanos que se encuentra en plena recogida de una variedad tan característica, la cual estuvo a punto de desaparecer: “Es un trabajo duro en el que lidias con la incertidumbre de las plagas, debido a que trabajamos en ecológico y solo pulverizamos la plantación con ortigas fermentadas”.
Este tomate presenta un gran tamaño, algunos pueden llegar incluso al kilogramo, y su jugosa pulpa lo dota de un sabor intenso y dulce que hace las delicias del paladar que lo consume y que no pueden compararse con aquellos que compramos en hipermercados o grandes superficies. Como expresa Agustín: “Es un tomate que sabe a tomate”.
La campaña comienza en el mes de agosto y la temporada de cultivo, bajo condiciones climatológicas favorables y buen estado de las plantas, puede llegar en esta zona hasta mediados o finales de septiembre.
Una fruta con características que la convierten en un producto idóneo para el consumo, como manifiesta el coordinador del Banco de Semillas de la Serranía, Fali Galindo: “La iniciativa del Banco de Semillas en estos momentos es poner en valor las diferentes variedades de hortaliza que tradicionalmente se han cultivado en la zona. Cada vez hay más gente que los conoce y los demanda, agricultores que lo cultivan y restauradores de Ronda que utilizan estos productos para sus recetas”.
Con este tipo de proyectos, Galindo manifiesta el apoyo a la economía local, potenciando el comercio de productos kilómetro cero y el consumo de cercanía. Actualmente seis enclaves de la Serranía de Ronda producen esta exclusiva hortaliza.
Conocido por muchos como el “caviar del campo”, esta variedad autóctona se puede consumir en gazpachos, ensaladas, sofritos y en multitud de recetas que le darán unos matices interesantes al plato, aunque la recomendación tanto de Agustín como de Fali es comerlo en crudo con un poco de aceite y sal. De esta manera, se perciben mucho mejor los matices gustativos y el aroma único del tomate.