Hace tres décadas, en marzo de 1994, abría sus puertas el restaurante Casa Romero, un establecimiento que considera que el secreto de su éxito son el cariño, el trabajo y la dedicación que ponen cada día, tanto delante como detrás de la barra.
Otro de sus secretos son sus clientes, según explica José Francisco Romero, propietario del local. “La mayoría son locales, del barrio e incluso de los pueblos y suelen ser trabajadores. A los clientes los consideramos amigos “, afirma.
A primera vista, puede parecer un restaurante habitual, aunque un rápido vistazo a su carta hace que se cambie de opinión. Entre los casi 40 bocadillos que ofrecen, hay cuatro que llaman la atención por sus nombres peculiares: McMenú, Que te cagas, Trifásico y JR.
Los nombres, según ha dado a conocer José Francisco, se los han puesto los propios clientes: el McMenú porque les recuerda a la famosa cadena de hamburgueserías; el “Que te cagas”, porque es lo que dicen al probar el primer bocado; el “Trifásico” por sus tres capas.
El JR es, por ahora, el único bocadillo personalizado. Un cliente, con esas iniciales, pedía siempre el mismo desayuno a diario, por lo que terminaron por bautizarlo en su honor.
Romero no descarta que estos nombres tan peculiares sigan surgiendo, aunque está en manos de sus clientes habituales, que sigan teniendo ocurrencias tan únicas como las que ya han quedado reflejadas en la carta del establecimiento.
