Cuatro alumnas de la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona (Elisava) han elegido Genalguacil como punto principal de sus trabajos de fin de grado. El foco de los proyectos será la memoria cultural y social como herramienta para transmitir conocimiento entre generaciones.
Tres de las estudiantes se especializan en el diseño de espacios y experiencias interactivas, y la cuarta, en ingeniería de diseño industrial. Todas tienen en común que sus investigaciones tratan sobre la innovación rural.
Uno de los profesores de Elisava que han viajado hasta Genalguacil, Albert Fuster, ha afirmado que el caso del municipio es excepcional. “No es fácil encontrar un municipio de 500 habitantes ávido por apostar por el arte y el diseñocomo motor de innovación y desarrollo”, ha afirmado.
Desde la escuela han destacado que los proyectos no acaban al ser calificados, sino que buscan establecer vínculos reales, para que tanto las investigaciones como los alumnos, puedan seguir desarrollándose. desarrollándose. «En este sentido, estamos convencidos de que nuestra relación con Genalguacil no acabará en junio con la finalización de los proyectos, sino que se prolongará en el tiempo dando sus frutos”, concluyó Albert Fuster.




