El presidente de la Asociación de Memoria Histórica, Francisco Pimentel, finalizó ayer la huelga de hambre que mantenía a las puertas del cementerio de San Lorenzo desde el pasado día 14 como medida de protesta tras el anuncio por parte de la Junta de Andalucía de una actuación en las fosas comunes, donde permanecen los restos de al menos 1.600 represaliados de la Guerra Civil.
La decisión de Pimentel, que durante once días no ingirió ningún alimento sólido, llegó tras una llamada del Director General de Memoria Democrática del Gobierno andaluz, Luis Naranjo, que le propuso la creación de un comité local de control y seguimiento de estos trabajos, que integrarán la Asociación de Memoria Histórica de Ronda, los grupos políticos con representación municipal y la propia Junta.
La primera reunión de este ente tendrá lugar el miércoles 10 de diciembre en el Ayuntamiento y el colectivo que preside Pimentel solicitará que se recoja la historia y ADN de los represaliados, se reúna a los familiares para explicarles el procedimiento a seguir y se destine un local para depositar los restos óseos de sus antepasados para evitar lo sucedido recientemente en Málaga o Castro del Río.







