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La torre que conquistó a William Randolph Hearst

El escritor rondeño Antonio Garrido, mostrando una ilustración del Castillo de Hearst. // CharryTV

El escritor rondeño Antonio Garrido, mostrando una ilustración del Castillo de Hearst. // CharryTV

El magnate de la comunicación y creador de la prensa amarilla intentó apropiarse de una parte de la Colegiata de Santa María La Mayor

16 Dec 2012 - 13:09 // Charry TV Noticias

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Colegiata de Santa María La Mayor, cuya torre conquistó al creador de la prensa amarilla. // CharryTV
Colegiata de Santa María La Mayor, cuya torre conquistó al creador de la prensa amarilla. // CharryTV

Impresionante imagen de La Casa Grande, en la que se pueden apreciar las dos torres inspiradas en la de la Colegiata de Santa María La Mayor. // Architecture About
Impresionante imagen de La Casa Grande, en la que se pueden apreciar las dos torres inspiradas en la de la Colegiata de Santa María La Mayor. // Architecture About

El magnate norteamericano William Randolph Hearst. // Wikipedia
El magnate norteamericano William Randolph Hearst. // Wikipedia

El poder y el dinero marcaron la vida de William Randolph Hearst, el magnate de la comunicación estadounidense y creador de la prensa amarilla, cuya vida recrea la película ‘Ciudadano Kane’, de Orson Welles, inseparable amigo del rondeño Antonio Ordóñez.

Hearst se obsesionó, entre otras cosas, con las obras de arte de todo el mundo. Su inmensa fortuna permitió que su colección contara incluso con monumentos, los cuales eran trasladados hasta su finca de San Simeon, California, piedra a piedra. Algo que intentó hacer, sin éxito, con la torre de la Colegiata de Santa María la Mayor de Ronda.

Según el escritor y experto en la historia rondeña, Antonio Garrido, "William Randolph Hearst influyó negativamente en España, ya que precipitó la Guerra de Cuba y contribuyó en la pérdida de las colonias, puesto que a través de sus numerosos medios culpó a los españoles de la explosión de un barco americano. Por este hecho, era contradictoria su pasión por nuestro país y por sus obras de arte".

El escritor explicó que "la muestra de su obsesión por el arte estaba en Nueva York, donde tenía montones de edificios dedicados a guardar sus colecciones, algo que llegó a ser enfermizo. Incluso algunas de las obras nunca llegó a verlas puestas".

Concretamente, "en España contaba con un par de arquitectos norteamericanos que recorrían el país de punta a cabo para ir viendo lo que le interesaba y comprar a precios de saldo". Pero Hearst no consiguió hacerse con la torre de la Colegiata de Santa María la Mayor de Ronda, por motivos que se desconocen. Este capricho se resolvió con la construcción de dos torres idénticas que coronan la fachada de su mansión en San Simeon.

"Personalmente, no sé si Hearst vio la torre en uno de sus múltiples viajes o la conoció a través de las fotografías que realizaban sus arquitectos. El caso es que se enamoró de ella y en algunos periodos de construcción de la obra mandó a repetir desde el principio el trabajo, porque le parecía que no coincidían con los bocetos que había realizado la arquitecta Julia Morgan, quien diseñó todo el palacio", señaló.

Sin embargo, según apuntó Garrido, "el multimillonario sí consiguió llevarse de España el monasterio de Sacramenia, de Segovia, y la reja de la catedral de Valladolid, ésta última con la quiescencia del Obispo, que fue quien intervino en la venta. Además, creo que un pozo romano que había en el Palacio de Mondragón en Ronda también fue a parar a los almacenes de Hearst".

En lo que respecta a las torres gemelas de la construcción rondeña, "están en una colina, a unos 300 metros de altura, por lo que se pueden divisar a kilómetros de distancia". El interés en España del polémico periodista hizo que el complejo residencial, al que dedicó gran parte de su fortuna, llevara el nombre en español de ‘La Cuesta Encantada’ y la mansión, que presiden las dos torres, ‘Casa grande’.

El recinto cuenta con una extensión de 160 kilómetros cuadrados y está compuesto por 56 habitaciones, 61 baños, 19 salones, una gran extensión de jardines, varias piscinas, pista de tenis, aeródromo e incluso un zoológico, entre otras instalaciones. Tras la muerte de Hearst el palacio pasó a ser propiedad del Estado y catalogado como Edificio Histórico, por lo que recibe a millones de visitantes. 

El rondeño Antonio Garrido ha rescatado esta historia en uno de los artículos que forman parte de la revista cultural Puente Nuevo, cuyo número 52 ha presentado esta mañana el Centro Andaluz. 

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