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La rondeña Sol Cortés Flores exhibe sus diseños en el San Telmo Fashion Show

La joven rondeña cuenta que desde que era una niña se sintió vinculada al mundo del diseño. // Javier Medina

Su colección, Disloyal, fue seleccionada de entre otras 16 y se caracteriza por prendas en tonos burdeos, con abundancia de transparencias, correas y aberturas

María José García

El pasado 29 de septiembre la joven Sol Cortés Flores cumplía un sueño, exhibiendo en una pasarela la colección de ocho prendas en la que había trabajado durante el pasado curso, Disloyal. El concepto partía del sentimiento de deslealtad, de la decepción, de sentirse traicionado. De ahí su sorpresa cuando supo que la suya sería la colección que representara en el San Telmo Fashion Show su curso, 3º de diseño de moda en la escuela homónima, en un desfile que acogería La Térmica, en Málaga.

“Yo proyecté mis emociones en ese burdeos, ese color rojo, y lo hacía de forma muy esperpéntica. Caricaturizaba la forma de vestir de muchas de las personas con las que yo me había peleado o con las que no estaba de acuerdo. Las líneas comenzaron a erotizarse, mostraba mucha carne, era algo opresivo, con angustia…, quería proyectar eso en la ropa”, relata Cortés Flores.

Para la creación de estas seis prendas, de las que finalmente cuatro formaron parte del evento, la rondeña se ha servido de materiales como el strech, el punto poliéster, tul y el punto nylon. “Las fornituras eran de acero, muchos accesorios, como los pendientes, collares y los pasadores de las cremalleras eran cuchillos diseñados en 3D que imprimí en Filex y pinté con spray”, explica.

La conexión de la joven con el diseño se produjo desde que era una niña y veía coser a su madre y a las mujeres de su familia. Cuenta que en la adolescencia trataron de disuadirla para que optara por otros estudios, e incluso se matriculó en otra disciplina. Pero la vocación la llevó a matricularse en la Escuela de Moda San Telmo y el próximo año culminará sus estudios. “Uso el diseño para expresarme, para contar una historia y creo que la moda es una de las mejores opciones para expresar lo que quiero decir”, admite.

Sol argumenta que durante los preparativos y el desarrollo del desfile era tal la presión que sentía que no fue capaz de disfrutarlo hasta que llegó al final. Si algo tiene claro la rondeña es que, dado el éxito de este primer desfile, en el que se sintió, en sus palabras “como una estrella de rock” cuando salió al final para agradecer al público su presencia, es que aspira a no dejar de emprender pasarelas con sus prendas.

Además, no descarta decantarse por el mundo de la docencia dentro de la moda. Estos días digiere la buena respuesta del público y avanza que ya ha cerrado alguna sesión de fotos con una revista.