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“La Casa de los Sueños nació como un espacio abierto y así quiero que continúe”

Grupo de alumnas durante una de las clases que se imparten por las tardes. // CharryTV

Blanca Serratosa nos invita a su tienda-taller, un proyecto que comenzó como asociación y en el que se imparten clases de diversos trabajos artesanales

Paloma González

Hace unos años, la rondeña Blanca Serratosa decidió iniciar en su ciudad un proyecto acorde a su estilo y filosofía de vida relacionada con la artesanía. Junto a otra persona, crearon una asociación cultural y comenzaron a impartir talleres en un local en el pasaje junto a la plaza del Socorro al que llamaron La Casa de los Sueños.

“Éramos dos y nuestra intención era tantear un poco el mercado, ver cómo funcionaba. Finalmente me quedo sola pero sigo adelante porque parece que sí que gusta y que la gente está respondiendo bien. Finales de 2018, hago mi rodaje durante un añito, me doy de alta, todo va fenomenal y, entonces, llega la pandemia”, detalla Blanca.

Explica que retomar la actividad en el local fue complicado después del confinamiento ya que no podía impartir talleres por la normativa sanitaria. “2020 fue nefasto”, señala. No obstante, asegura que el balance es muy positivo ya que llegaron encargos particulares y volvieron a pedirle celebraciones de cumpleaños:

“Es un formato que me encanta porque trabajar con niños es muy especial. Lo que hacemos es transformar la fiesta en un taller para que ellos estén entretenidos, se diviertan y desarrollen su creatividad. Parece que gustó mucho y volvieron a demandarlo”.

Así, poco a poco se fueron ampliando las clases de ganchillo, de crochet o encuadernación hasta completar todos los grupos, los cuales siguen teniendo un aforo limitado. “La verdad es que prefiero los grupos reducidos porque así puedo atender a todo el mundo y estamos mucho más cómodos”.

Asimismo, apunta que su taller se ha convertido en un espacio de convivencia que va a más allá del simple hecho de aprender.

“Me parece muy importante porque esto es un espacio de convivencia. Lo llamamos ganchillo-terapia por varios motivos. Compartir tiempo con otras personas que tienen las mismas afinidades es terapéutico. También estimulamos la creatividad, la atención y la concentración. Además, no hay grandes voces ni conversaciones cruzadas. Siempre intento que sea un ambiente agradable y relajante”.

Blanca colabora con otros artesanos que también exponen sus creaciones en la tienda y desea que este espacio siga creciendo y que otros artistas hagan suya la Casa de los Sueños.

“Yo paso mucho tiempo aquí y espero pasar bastante más, pero también quiero relevo. Pienso que es importante hacer tejido social y comunidad y que otras personas vengan aquí a dar sus talleres porque la artesanía es una profesión que no siempre se reconoce como tal y tenemos que ayudarnos y apoyarnos entre nosotros”.

En este sentido, subraya que manualidades y artesanía son dos conceptos diferentes: “La primera es un hobby y la segunda es un trabajo, es autoempleo. También es mi cometido divulgar la artesanía como una profesión diga. Somos autónomos que ajustamos los precios en base a nuestros costes fijos, los materiales, el tiempo de ejecución, etc.”.

Blanca Serratosa se muestra feliz con su característica sonrisa de oreja a oreja y afirma sentir que “estoy donde tengo que estar”.