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Otro "problemilla" en las carreteras mantiene incomunicada Ronda con Sevilla

Desde hoy solo se puede acceder a la capital hispalense por Grazalema // Centro de Conservación de Cádiz

Cortan la A-374 y la A-2300, en el límite con la provincia de Cádiz, por el desprendimiento de piedras y la aparición de un enorme socavón

Hace apenas diez días el consejero de Fomento de la Junta, Felipe López, calificó como "problemilla" el total abandono que sufren las carreteras de la Serranía de Ronda desde hace décadas. Fue a raíz de la reivindicación de un grupo de vecinos y miembros de Podemos en el Parlamento Andaluz cuando el Gobierno de la región demostró por enésima vez que este asunto no le preocupa.

Antes, en febrero de 2015, el entonces consejero de Turismo Luciano Alonso compareció ante la prensa rondeña y fue cuestionado por este mismo asunto, motivando una situación hilarante cuando respondió que había tardado menos de una hora en llegar a Ronda desde el aeropuerto de Málaga, aunque no precisó si para realizar el trayecto había empleado el helicóptero que tan gentilmente ha cedido Ascari en los dos últimos años a los Reyes Magos para evitarles un molesto viaje en camellos desde Oriente. 

Según la Dirección General de Tráfico nuestra comarca cuenta con cinco de las diez peores carreteras de toda la provincia. A esta situación se suma que el temporal de los últimos días provocó el pasado domingo el corte de la A-374, que conecta la ciudad con Sevilla, por el desprendimiento de piedras. 

Hasta ayer había que desviarse por Zahara de la Sierra. Unos 20 kilómetros añadidos de curvas y firme en mal estado, ampliándose el trayecto en coche a la capital hispalense hasta un total de unas dos horas. Pero la situación se ha agravado aún más esta mañana, cuando el Centro de Conservación de Cádiz ha informado que se ha producido un enorme socavón en la A-2300 que obliga a cortar la vía en el límite de la provincia de Málaga. 

Por tanto, la única alternativa para viajar hoy a Sevilla es la carretera comarcal CA-9123, por Grazalema. O a través de Osuna. Otro "problemilla" añadido para los vecinos de una comarca olvidada por las administraciones. Aunque, quien tenga a mano un helicóptero o pueda pedírselo prestado a Luciano Alonso, tendrá la suerte de ahorrarse unas dos horas y media de viaje entre piedras, socavones y carreteras de titularidad autonómica propias del tercer mundo.