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AROAL inicia talleres para pacientes de municipios con menos de 20.000 habitantes

El psicólogo Álvaro Delgado y la trabajadora social Belén García son los coordinadores del proyecto. // María José García

La iniciativa se desarrollará de forma virtual en Cortes de la Frontera, Algatocín, Benaoján, Montejaque y Arriate gracias a una subvención de la Diputación de Málaga

María José García

Estos días AROAL, la asociación rondeña de enfermos de alzheimer, pone en marcha una iniciativa virtual para hacer llegar su tratamiento no farmacológico a una veintena de usuarios que residen en municipios con menos de 20.000 habitantes como Cortes de la Frontera, Algatocín, Benaoján, Montejaque y Arriate. Se trata de un proyecto piloto financiado por la Delegación de Mayores de la Diputación de Málaga con 12.000 euros.

Desde la entidad, su trabajadora social, Belén García, explica que durante cuatro ediciones los profesionales de AROAL han tenido la posibilidad de desplazarse hasta localidades como estas para impartir talleres de estimulación cognitiva orientados a pacientes en fase inicial de demencia o con el diagnóstico reciente de alzheimer, obteniendo resultados muy satisfactorios.

Sin embargo, los obstáculos que plantea la pandemia han llevado a los trabajadores de la asociación a replantear la forma de organizar estos talleres en una quinta edición, especialmente por el retroceso que estos vecinos de la comarca han experimentado en el último año, en el que no han tenido acceso al tratamiento no farmacológico.

“Hay muchos estudios científicos que avalan la efectividad del tratamiento no farmacológico, siempre como complemento del farmacológico. El tratamiento integral pasa por eso, talleres de estimulación cognitiva individualizados al máximo. La demencia una vez que aparece no tiene cura, se trata sobre todo de ralentizar al máximo ese proceso para dotar de la mayor calidad de vida a los usuarios y sus familiares”, afirma el psicólogo Álvaro Delgado, uno de los coordinadores del proyecto junto con García.

La subvención incluye la coordinación, evaluación y el seguimiento que llevarán a cabo los profesionales de AROAL hasta finales de año, las tablets para realizar las actividades, la licencia de la aplicación Estímulo con la que trabajarán los pacientes, así como las dietas de los desplazamientos que el personal deba realizar durante los talleres.

La trabajadora social ha agradecido la implicación tanto de los profesionales del Área Sanitaria de la Serranía y los ayuntamientos de estas localidades a la hora de facilitar la selección de los perfiles ideales para los talleres, así como de los centros Guadalinfo, que proveerán de Wi-Fi a los usuarios que por sus circunstancias lo requieran.

García ha recordado que la cifra de usuarios es limitada, al igual que los recursos, ya que los usuarios deben contar con familiares y allegados que se comprometan a tutorizarlos durante unos 30 o 40 minutos diarios mientras dure la actividad: “Entendemos que los cuidadores de personas dependientes tienen una sobrecarga de cuidados, por tanto se trata de que no sea un trabajo engorroso y complicado, tanto para la persona que lo hace como para el que tutoriza, que no suponga otra carga más”.

Finalmente los profesionales añaden que los talleres, que se impartirán de la manera más individualizada posible, contarán con una evaluación previa y posterior para analizar su eficacia y ante el carácter cambiante de la enfermedad.