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Una Legión de fieles acompañó a la Hermandad del Ecce-Homo en el Jueves Santo

El Cristo de la Buena Muerte fue portado como cada año por Caballeros Legionarios // CharryTV

La presencia en el cortejo de los Caballeros Legionarios volvió a despertar una enorme expectación durante todo el recorrido

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La Antigua y Venerable Hermandad de Nuestro Señor Ecce-Homo, Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Buen Amor acaparó en la tarde-noche de ayer muchos focos de atención. El granate y blanco de los nazarenos y el verde de La Legión volvieron a fundirse evidenciando que su suma da como resultado un binomio perfecto, reflejado en la cantidad de personas, muchas de ellas llegadas desde fuera de la ciudad, que presenciaron el desfile procesional.

La estación penitencial partió a las ocho menos cuarto de la tarde desde el Santuario de María Auxiliadora, en un año en el que la implicación de La Legión, con su Coronel Jefe Julio Salom a la cabeza, ha permitido que Ronda vuelva a disfrutar de un Jueves Santo lleno de riqueza y contrastes.

Alrededor de 400 hermanos integraron el cortejo, a los que hay que añadir un centenar de Caballeros Legionarios, que portaron a hombros al Cristo de la Buena Muerte al ritmo que marcaba la Banda de Guerra y con el espectáculo visual añadido de las escuadras de gastadores.

Tras ellos, el Señor de la Escala, una sensacional talla en madera noble que se atribuye a Juan de Mesa. Nuestro Señor Ecce-Homo fue portado por 64 horquilleros a las órdenes de Bienvenido Pérez con el martillo, mientras que el acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, que llegó desde la localidad cordobesa de Puente Genil.

Nuestra Señora del Buen Amor, con Juan García como mayordomo, seguía sus pasos desde cerca con un imponente exorno floral completamente blanco. Le acompañó la Asociación Musical Aureliano del Real, que se ha erigido por méritos propios en parte fundamental también de nuestra Semana Santa.

Puntualidad en la llegada al palco de toma de hora y máxima expectación en su paso ante el Santísimo, antes del acto penitencial en plaza de España y de emprender el camino de regreso por el Puente Nuevo y calle Armiñán para alcanzar su punto de recogida pasada la una de la madrugada.