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Los trabajadores de Autos Rivesa, en huelga por impagos

Los trabajadores de Autos Rivesa S.L. permanecieron durante todo el día a las puertas del concesionario. // CharryTV

El gerente del concesionario, Diego Rivera, achaca la situación a la importante reducción de ingresos que ha sufrido SEAT Rivesa

Alrededor del 70% de la plantilla de Autos Rivesa, S.L., concesionario en Ronda de la firma SEAT, están en huelga desde ayer debido al impago de atrasos de convenio y las nóminas de los tres últimos meses. Una decisión motivada también por la incertidumbre sobre el futuro de la empresa, que ya aprobó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo que finaliza en el próximo mes de mayo.

Según José Sedeño, representante de los trabajadores, esta situación se complica aún más en estos tiempos de crisis, "ya que no podemos pagar la hipoteca, la factura de la luz o ir al supermercado. Este hombre no nos quiere pagar". La delicada situación ha provocado, además, un importante conflicto en la empresa, ya que "el gerente nos ha amenazado con denunciarnos después de que hayamos repartido octavillas por la ciudad denunciando la situación y solicitando que queremos cobrar".

La empresa cuenta con diecinueve trabajadores y lleva en el sector 22 años. Durante el día de ayer se mantuvo cerrado el servicio de post-venta, en el que desempeñan su labor la mayoría de afectados. Una medida que se repetirá durante todos los miércoles de este mes de noviembre. Sedeño manifestaba, además, que "llevamos un año con problemas en el cobro de nuestras nóminas, pero últimamente todo ha empeorado, a pesar de que ahora tenemos más trabajo que hace seis meses, que fue cuando verdaderamente se notó con fuerza la crisis. No sabemos el dinero que entra en caja, pero nosotros no paramos de trabajar".

Los trabajadores se plantean iniciar en próximas fechas un proceso judicial. "A mí por ejemplo, me deben 5.000 euros", dice José Sedeño.

Siguen las negociaciones

Según Diego Rivera, gerente de la empresa, "no es cierto que lleven tres meses sin cobrar, aunque sí es verdad que se han producido retrasos porque han descendido las ventas o los trabajos en el taller".

El gerente manifestó que "estamos llevando a cabo negociaciones e intentado arreglar la situación. Hemos hecho una oferta a estos trabajadores, muy aceptable, pero la han rechazado y ahora estamos pagando las consecuencias".

La mencionada oferta fue realizada por una empresa marbellí, Motor 93, que pretendía quedarse con las instalaciones y mantener a la mayoría del personal. Según el empresario, los trabajadores "dijeron que no y ahora estamos pagando las consecuencias. No tuvieron los pies en el suelo". Los trabajadores argumentan que rechazaron la oferta ya que "se les garantizaban tres años de contrato, pero renunciando a su antigüedad".