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Francisco Martínez y María Romero, Rey y Reina de los 101 Kilómetros de La Legión

Romero a su llegada a la Alameda del Tajo. // CharryTV

David González y Victoria Mayoral han sido los campeones en MTB de una de las ediciones más emocionantes de esta prueba, que ha celebrado su 25 aniversario

Paloma González

Va a ser difícil olvidar esta última edición de los 101 kilómetros en 24 horas de La Legión en Ronda, en un año muy especial ya que 2025 ha coincidido con el XXV aniversario de este evento deportivo. 4.700 marchadores, 1.100 personas en equipos y 3.200 ciclistas se enfrentaron al reto con unas condiciones climatológicas favorables que ayudaron a muchos de ellos a superar sus propias marcas personales.

La mañana comenzó poco antes de las 8:45 de la mañana del sábado 10 en la Ciudad Deportiva de Ronda, cuando la Banda de Guerra de La Legión entonó el Novio de la Muerte. Justo antes de la salida de las bicicletas, y como manda la tradición, el coronel Fernando Sánchez, Jefe del Cuarto Tercio, se dirigió a los deportistas desde la grada, acompañado de representantes institucionales de las diferentes administraciones que han colaborado en la organización, así como alcaldes y concejales de los diferentes municipios implicados.

Iniciada la prueba para la modalidad MTB, los marchadores realizaron la salida tras las palabras de ánimo del General Jefe de la Brigada de La Legión, José Agustín Carreras, que esta vez llevaba la camiseta de la prueba con la intención de realizar una parte del recorrido como marchador.

Los más pequeños (alrededor de 1.200 menores) fueron los últimos en abandonar este espacio y los primeros en llegar a meta en la Alameda del Tajo. La mañana transcurrió sin importantes incidencias, aunque todo apuntaba a que iba a ser una jornada con grandes sorpresas desde que el marchador Francisco Mariano Martínez se descolgó del pelotón de marchadores en el kilómetro 1.

Los que dudaron se equivocaban. El corredor de ultrafondo, en su primera participación en esta competición, no sólo mantuvo el ritmo, sino que batió el récord, llegando a meta a las 8 horas 17 minutos. Una auténtica proeza que completaron Juan José Vida y Joan Marc Falcó. El segundo y tercer clasificado en marcha masculina completaron la prueba en 8 horas 24 minutos y 8 horas 32 minutos respectivamente.

No obstante, una de las grandes protagonistas de esta edición ha sido la teniente María Romero. Paró el cronómetro a las 9 horas 6 minutos, siendo, además, sexta en la general. Un tiempo difícil de superar también a nivel emocional ya que la campeona de los 101 kilómetros le dedicó su victoria a su hermana fallecida entre lágrimas, haciendo un ejercicio importante de entereza.

Además, quiso compartir el chapiri con Cristina Salazar y Ana Cerván. Las doctoras llegaron juntas, de la mano, animándose la una a la otra, dando ejemplo de espíritu cientounero. Les daba igual quién fuese segunda o tercera. Estaban en meta, lo habían conseguido en 8 horas 48 minutos.

Los ciclistas llegaron mucho antes, con muy buenas marcas personales, especialmente para David González, que fue el primero con un tiempo de 3 horas 58 minutos. Pablo Guerrero (4 horas) y Alejo Fuentes (4 horas 7 minutos) llegaron poco después en segunda y tercera posición respectivamente.

Victoria Mayoral fue la primera fémina de la categoría MTB a las 5 horas 16 minutos. Ni siquiera sabía cómo colocarse el chapiri. No se lo podía creer. Pero ahí estaba, coronándose como campeona y a una distancia considerable de Paqui Sabina y Cristina Martínez. La segunda cruzó la línea de meta a las 5 horas 44 minutos, mientras que la tercera completó el recorrido en 6 horas 11 minutos.

Correr X Huércal fue el primer equipo en llegar a Ronda justo después del ocaso, cumpliendo su objetivo en 11 horas 25 minutos. Subiendo expectativas, el primer equipo femenino, hizo lo propio en 15 horas 35 minutos. Pero si algo tiene de especial esta prueba es su espíritu, ligado a los valores y principios del cuerpo militar que la organiza. Es algo difícil de explicar, pero que queda muy bien reflejado en las horas finales de la carrera; esas en las que se sigue aplaudiendo y animando a los últimos deportistas en entrar a la Alameda del Tajo con la misma intensidad que en la salida.

En esta ocasión, el farolillo rojo cruzó la meta a falta de cinco segundos. Un final épico para una competición que nunca defrauda y que ha vuelto a superarse en esta edición.