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La Casa de Bernarda Alba llega a Ronda de la mano de Proyecto Platea

El director de la obra, Marcos Marcell, acompañado de varias de las actrices que conforman el elenco de La Casa de Bernarda Alba // CharryTV

La compañía llevará a escena este clásico de Federico García Lorca en el Teatro Municipal Vicente Espinel los días 13, 14 y 15 de diciembre

María José García

La compañía teatral Proyecto Platea, que nacía en Ronda a finales del pasado año, busca su consolidación con la representación de La Casa de Bernarda, la clásica obra de teatro del poeta Federico García Lorca, que podrá disfrutarse en el Teatro Municipal Vicente Espinel los días 13, 14 y 15 de diciembre.

En sus comienzos, Proyecto Platea se estrenó con la representación de Las Esposas de Daniel Santos, su ópera prima en la que intervenían los actores Marcos Marcell, Emma Cherry y Ana Belén Sánchez. Sin embargo en esta ocasión el objetivo resulta más ambicioso pues serán 16 actrices las que pongan en escena el texto de Lorca, de gran extensión, por lo que la compañía afronta un gran reto interpretativo.

Marcell, encargado de dirigir la obra con el apoyo de la regidora de la compañía, Nieves Rodríguez; ha adelantado que no se hará público el reparto de papeles para mantener la sorpresa hasta el día de la representación. 

La diseñadora Ana Gómez, encargada del vestuario, se enfrenta al obstáculo de confeccionar vestidos de riguroso luto con matices que los distingan, pues deben reflejar el particular carácter de cada una de las hijas de la protagonista, Bernarda Alba, pues la trama habla de cómo la madre obliga a sus hijas a guardar luto durante ocho años.

“Bernarda tiene el afán de ser libre, pero se encuentra con los muros sociales que le impiden ser ella misma. El poeta hace una crítica feroz a la España profunda, a la irracionalidad de la religión llevada al extremo, habla de miedos sociales, del pánico al qué dirán, e incluso se atreve a hablar de una lucha social”, explica el director de la obra. 

Una de las actrices, Carmen Macías, explica que la obra es un drama que destila la opresión que sentían las mujeres de la época, considerando que la obra fue escrita en 1936, y que pese a estar protagonizado por mujeres, hacen que en sus diálogos la figura masculina se manifieste. Además Macías apunta a que el miedo que sienten las protagonistas de la obra la hace universal por el hecho de que ese sentimiento puede hacerse extensible a cualquier otra persona.

A este respecto, Marcell señala que ese sentimiento de reclusión y falta de libertad que impera durante toda la obra puede evocar de algún modo la restricción de libertades a las que se somete la mujer hoy día en el mundo, como “la imposición del burka, la práctica de la ablación o el matrimonio concertado que debe aceptar una niña de 15 años”.