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Cabaret: Una tragedia disfrazada de comedia con el sello de Entre Bambalinas

Los alumnos de Entre Bambalinas y su director cerraron dos funciones con aplausos constantes. // Entre Bambalinas

Los alumnos de teatro musical adulto dirigidos por Ángel Manzano, y bajo la coreografía de Montse Badillo, llenaron el Teatro Vicente Espinel en sus dos sesiones

María José García

Los alumnos de teatro musical adulto del Centro de Artes Escénicas Entre Bambalinas han culminado este fin de semana un gran reto, el trabajo de prácticamente un año de manera brillante: el clásico musical de Broadway Cabaret, que en sus dos sesiones, viernes y sábado, se ha saldado con un lleno absoluto en el Teatro Municipal Vicente Espinel.

Su director, Ángel Manzano, tenía claro que quería sorprender al público rondeño con “algo más que un musical”, una intención que obtuvo su respuesta con una ovación en pie después de cada representación. Berlín, años 30 y, en el centro, el Kit Kat Club para seducir a un público diverso con ganas de abstraerse de una realidad cada vez más oscura que comienza a asistir, al principio con incredulidad y finalmente con terror, al auge del nazismo.

Manzano se vuelve omnipresente durante la función como un excéntrico maestro de ceremonias que incita al baile, a la ambición desmedida y a la provocación en cada número, al tiempo que encarna el espíritu de discriminación a los judíos que va cobrando forma a medida que avanza la trama.

Así, el romance entre la cabaretista estrella Sally Bowles y el escritor americano Clifford Bradshaw, que llega a Alemania con poco que perder, servirá de hilo conductor para narrar los entresijos de una atmósfera festiva que poco a poco se irá volviendo más asfixiante, y que introduce otras temáticas como el aborto o la libertad sexual.

El efecto que produce la interpretación de los más de 20 alumnos implicados no brillaría de la misma forma de no contar con las coreografías de Montse Badillo ni con el soporte de un nutrido equipo técnico que realzará el resultado.

El público acompañó cada canción con palmas, rió o guardó silencio con expectación según la ocasión, pero desde el primer al último minuto logró implicarse en una obra que ha supuesto para Entre Bambalinas, como ellos mismos admiten un antes y un después, que sienta precedente para todo lo que la escuela de interpretación, canto y baile tiene que ofrecer en lo sucesivo.

El centro mira ya al próximo fin de semana, concretamente al sábado 12 de junio, cuando sus alumnos de teatro musical juvenil se trasladarán a los años 50 para encarnar a los protagonistas del musical Grease.