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Olaf, la lechuza de Alpandeire

Esta hembra ha crecido lo suficiente y ha comenzado a salir del nido, a volar y a cazar por sí misma diferentes insectos. // Serranía Comunicación

Esta hembra ha crecido lo suficiente y ha comenzado a salir del nido, a volar y a cazar por sí misma diferentes insectos. // Serranía Comunicación

Es el primer polluelo de la repoblación que se realizó en el municipio hace unos meses para recuperar esta especie que desapareció de la zona hace dos décadas

23 May 2024 - 08:27 // Charry TV Noticias

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Olaf ha sido introducida en el entorno con un nido artificial.  // Serranía Comunicación
Olaf ha sido introducida en el entorno con un nido artificial. // Serranía Comunicación

Las lechuzas comunes eran habituales en el municipio por lo que consideran que el ecosistema es el más indicado para el desarrollo del proyecto de repoblación. // Serranía Comunicación
Las lechuzas comunes eran habituales en el municipio por lo que consideran que el ecosistema es el más indicado para el desarrollo del proyecto de repoblación. // Serranía Comunicación

El proyecto de reintroducción de lechuzas comunes que se inició hace unos meses en el municipio de Alpandeire comienza a ser un éxito.

Un polluelo hembra, que ha recibido el nombre de Olaf, ya ha crecido lo suficiente y ha comenzado a salir del nido, a volar y a cazar por sí misma insectos como saltamontes y pequeños roedores, aunque todavía precisa de un aporte extra de alimento por parte de los cuidadores. Además, en las próximas semanas se introducirán en el entorno siete nuevos polluelos de padres nacidos y criados en cautividad.

Tiempo atrás las lechuzas comunes eran habituales en Alpandeire y su entorno pero desaparecieron de la zona hace más de 20 años, desde cuando no ha vuelto a haber avistamientos. El proyecto que trabaja por su recuperación tendrá una duración aproximada de 5 años, hasta que se consolide una población estable de lechuzas.

Esta iniciativa se lleva a cabo a través de la técnica hacking, que consiste en colocar polluelos en nidos artificiales, con una edad a la que el pájaro ya se ha desarrollado identificándose con su especie pero aún no puede volar. Adicionalmente, las crías deben ser capaces de termorregular y de alimentarse por sí mismas. Diariamente se suministra en el nido suficiente cantidad de alimento de forma que los polluelos no se percaten de la presencia humana.

Las pequeñas lechuzas quedan fijadas en el entorno donde se ubica el nido como si de su lugar de nacimiento se tratase. Llegado el momento dan su primer vuelo, familiarizándose con el lugar y volviendo al nido para descansar y comer. A medida que van pasando los días se va reduciendo progresivamente el aporte de comida para motivar al animal a cazar por sí mismo hasta que es completamente autosuficiente y no precisa de una aportación adicional de alimento. La ubicación de los nidos no se hace pública para evitar la interacción humana.

Por otro lado, se plantea la posibilidad de establecer en próximas fechas un criadero permanente de lechuzas comunes en Alpandeire, desde donde los polluelos serán enviados a diferentes puntos de Andalucía para convertirse en protagonistas de otras campañas de reintroducción en la naturaleza.

La lechuza común es una rapaz nocturna mediana; mide de 33 a 35 cm de longitud y sus alas poseen una envergadura de 80 a 95 cm, con un peso medio para los adultos de 350 gramos y sin diferencia aparente entre sexos. Se alimentan principalmente de pequeños roedores, aunque también cazan pequeños pájaros, insectos y, en menor medida, anfibios y reptiles.

El proyecto de reintroducción de la lechuza común en Alpandeire es una iniciativa organizada por la asociación RASTREA, el Grupo Micológico Havaral y el colectivo GREFA con la colaboración de expertos en cetrería, el Ayuntamiento de Alpandeire, Alonso Sánchez y MB Decoración.

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