La ciudad de Ronda está viviendo una de las Semanas de Pasión más extrañas de los últimos años, sobre todo a consecuencia de la lluvia. Si el Jueves Santo las hermandades del Ecce-Homo y Padre Jesús no podían procesionar por este motivo y la Hermandad de Paz y Caridad y de la Vera+Cruz lo hacía por vez primera en la historia de la Semana Santa rondeña sin sus imágenes, el Viernes Santo estuvo marcado porque la Hermandad del Santo Entierro, tras muchas dudas por las previsiones de lluvia, decidía efectuar su salida con media hora de retraso desde su Casa de Hermandad de calle Empedrada.
Sin embargo, apenas pudo estar quince minutos recorriendo esta calle del Barrio de San Francisco, ya que un aguacero sorprendió a los dos tronos de horquilleros, que debido a sus enormes dimensiones, obligó a los hermanos a devolver las imágenes del Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora de la Soledad a su Casa de Hermandad sin girar los tronos, por las estrechas dimensiones de la calle Empedrada. Era una hermandad muy esperada y pese al mal tiempo, cientos de rondeños se congregaron con mucha antelación en las calles del Barrio de San Francisco para asistir al desfile procesional. Por fortuna, los horquilleros actuaron con rapidez y pese a la lluvia, las imágenes no sufrieron daños de consideración, ante el enfervorecido aplauso del numeroso público. Un año este para el que la hermandad recuperaba el acompañamiento musical de sus imágenes, con la Banda de Música Arunda tras el Cristo Yacente y la Banda Municipal de Algatocín, tras el Palio de Nuestra Señora de la Soledad y en el que además se estrenaban las tallas de San Juan Evangelista y María Magdalena, obras del imaginero veleño Israel Cornejo.
Más suerte tuvo por la mañana la Venerable Hermandad Trinitaria del Santísimo Cristo de los Remedios y Nuestra Señora de las Angustias, que comenzó su estación penitencial a las doce del mediodía con absoluta puntualidad. Eso sí, dadas las previsiones, acortó su recorrido y se recogió una hora y media antes de lo previsto. Una representante de la junta de la hermandad recibía al paso por la Carrera Oficial una llamada procedente de la Agencia Estatal de Meteorología alertando que en un cuarto de hora llovería sobre la ciudad, lo que obligó a la hermandad a aligerar su paso y dirigirse con rapidez al templo de Santa Cecilia. Unos 400 hermanos de los 840 con los que cuenta la Hermandad de Las Angustias participaron en el desfile procesional, en el que los dos pasos de horquilleros estuvieron acompañados por las marchas de dos bandas de música locales: la Banda Municipal Aureliano del Real y la Banda Arunda. El Santísimo Cristo de los Remedios lució esplendoroso. Un bello misterio que componen la imagen de Cristo muerto crucificado en el Monte Calvario, acompañado por la Virgen del Amparo, San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, grupo escultórico obra del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, que procesionó por primera vez en 1961. La imagen de Nuestra Señora de las Angustias, también de Castillo Lastrucci, procesionó por primera vez en 1949 y es una talla de madera noble que representa a la Virgen con el cuerpo yerto de Jesús sobre sus rodillas. De cara a este año la hermandad no contaba con estrenos.
La última hermandad en realizar su estación de penitencia el Viernes Santo en Ronda fue la de María Santísima en la Soledad, que atrasó su salida un cuarto de hora y acortó su recorrido en más de una hora, en un año especial ya que supone el adiós de Manuel Gazaba como Hermano Mayor, tras muchos años en el cargo. Gran expectación en los aledaños de la iglesia de La Merced para asistir al desfile procesional de una hermandad en la que imperan la sobriedad y el recogimiento y que estrenó para la ocasión cuatro paños para las bocinas, siete estandartes con los Dolores de la Santísima Virgen y la restauración de doce cabezas de los varales del trono y de siete varas para la junta de Gobierno.






