El IES Pérez de Guzmán cuenta desde el curso 2023/24 con el Ciclo Formativo de Grado Superior en Formación para la Movilidad Segura y Sostenible, siendo de los pocos centros de Andalucía que lo imparten. “Somos el único centro público de la provincia de Málaga que cuenta con esta oferta formativa. Son veinte alumnos por curso, los cuales proceden de la comarca de Ronda, de las provincias de Cádiz y Sevilla, de la Costa del Sol o Córdoba”, explica Fran Sancho, una de las docentes del ciclo.

Se trata de uno de los grados más demandados en la actualidad a pesar de su reciente creación ya que cuenta con numerosas salidas profesionales. “Al principio todos lo conocían como el FP de profesor de autoescuela, pero abarca un abanico más amplio de posibilidades. De hecho, el primer año nos sobraron plazas y ahora tenemos una amplia lista de espera”, añade el profesor Francis Hinojosa.
Estas ocupaciones son: profesor de formación vial; director de escuelas de conductores; formador de cursos de sensibilización y reeducación vial; formador de cursos de mercancías peligrosas; director de centros de formación de mercancías peligrosas; educador en programas o actividades de educación vial en centros educativos, centros de mayores, ayuntamientos, asociaciones, empresas, administraciones de ámbito estatal, autonómico o local; asesor de seguridad vial laboral en entidades públicas y privadas; asesor en planes de movilidad en entidades públicas y privadas; docente en seguridad vial o monitor de cursos de conducción segura.
“Estamos muy contentos porque la mayor parte de los que alumnos de la primera promoción han encontrado trabajo. Algunos han podido hasta elegir porque han recibido varias ofertas ya que faltan profesores de educación vial. Además, hasta ahora se podía obtener esta titulación a través de la Dirección General de Tráfico, pero la DGT va a dejar de hacerlo, por lo que la única opción serán estos ciclos”, apunta otro de los profesores del ciclo, Luis Almagro.
Los perfiles del alumnado de las dos nuevas promociones son muy variados. Hay jóvenes que ni siquiera tienen permiso de conducción y profesionales con años de experiencia en autoescuelas.
Las motivaciones también varían. Los que ya trabajan en el sector de la movilidad o la educación vial buscan complementar su formación para poder ascender o acceder a puestos superiores. Otros están decididos a montar su propia autoescuela, mientras que algunos tienen muy claras sus intenciones de opositar o poder incorporarse a la administración pública.
“Creo que en estos meses nos hemos dado cuenta de que hay módulos que estamos trabajando aquí que deberían ser obligatorios desde la escuela porque la educación vial no es sólo aprenderte las señales de tráfico. También tiene en cuenta al peatón y aprenderíamos a ser más amables y respetuosos en general”, afirma una de las estudiantes de primero.

“Ahora estamos haciendo un ejercicio sobre cómo está afectando el cambio climático y cómo actuar en situaciones de emergencia. ¿Qué debemos hacer si nos pilla una inundación en el coche? Son cuestiones muy interesantes que tampoco se aprenden en una autoescuela”, destaca un compañero que ya es profesor de conducción.
“También estamos tratando el tema de la contaminación de los combustibles. Son asuntos muy interesantes y muy actuales. Aunque hay módulos más densos, son cosas tan interesantes y tan aplicables al día a día, que te acabas interesando por aprender y saber más”, añade un alumno de segundo.
Todos ellos aseguran estar encantados con sus profesores y no se arrepienten de haber elegido esta opción formativa.





