A la larga lista de zapaterías que han ido desapareciendo en Ronda se suma ahora Zappatino. Después de casi diez años calzando a menores de la ciudad y de los municipios de la Serranía, Antonio Ruiz ha tomado una de las decisiones más dolorosas de su trayectoria profesional.
“Hasta aquí hemos llegado. He aguantado el mayor tiempo posible, pero ha llegado un momento en el que las cuentas, por más que las ajustaba, no salían”, explica.
Este empresario autónomo asegura que ha tenido que hacer frente durante muchos años a diversos factores que han ido mermando de manera paulatina su negocio, como la fuerte competencia de la oferta online, el cambio de tendencia de los consumidores o el encarecimiento de materiales y costes.
“Los fabricantes venden directamente por internet y cada vez hay menos niños, por ponerte un ejemplo. De internet, ¿qué te voy a contar?”.
Ruiz, con más de veinte años de experiencia en el sector, señala que antes de la revolución digital los clientes llegaban a la tienda sin una idea preconcebida y se dejaban aconsejar por el dependiente, que les recomendaba cierto tipo de calzado en función de sus necesidades.
“Eso ha cambiado. Internet nos ha perjudicado también en este sentido porque muchos clientes han llegado a la tienda preguntando por un modelo muy concreto que han visto en alguna página web o en redes sociales. El problema es que ese zapato, con ese número y ese color ni siquiera estaba en el almacén”.
Mañana será el último día en el que se podrán adquirir los productos en liquidación al precio de cinco y diez euros. Ruiz también ha puesto en venta elementos decorativos de la tienda, entre ellos sus emblemáticos tronos.
“En realidad me da mucha pena desprenderme de ellos. A los niños les encantaba sentarse ahí. Me los llevaré a casa como recuerdo hasta que salga un comprador”.
No obstante, Ruiz se muestra optimista: “No soy el único ni voy a ser el último en cerrar. Son malos tiempos para el comercio local. Antes de abrir esta tienda trabaja en una famosa zapatería rondeña que también cerró. Toca reinventarse”.