Desirée es una rondeña de 15 años de edad que padece microcefalia y síndrome de West, una alteración cerebral que impide el desarrollo psicomotor. Su enfermedad hace que necesite los mismos cuidados que un bebé, según ha contado su padre, Antonio Caballero.

La situación de esta familia no es nada fácil, mucho menos desde que Antonio perdió su empleo, ya que suponía la única entrada de ingresos, a excepción de los 400 euros de la Ley de Dependencia que reciben por cuidar a Desirée. Todo ello hace que les resulte prácticamente imposible hacer frente a los más de 3.000 euros que necesitan para comprar una silla adaptada para la niña.

La necesidad ha hecho que esta familia ponga en marcha una campaña de recogida de tapones de plástico con la que puedan recaudar el dinero necesario para pagar la silla.

“Mi hija necesita esa silla porque ahora utiliza la misma para estar en casa y para salir, lo que hace que esté estropeada”, cuenta Antonio. Además, apunta que “con el tiempo también tendremos que adaptar los baños porque su madre y yo vamos para mayores y cada vez es más difícil. Pero ahora lo principal es la silla”.

Los padres son conscientes de que son muchos los tapones que necesitan recoger para conseguir una cantidad tan elevada de dinero, puesto que podría alcanzar las 15 toneladas, pero están seguros de que poco a poco todo es posible.

Los puntos de recogida de tapones son el Colegio Miguel de Cervantes, la Asociación de Vecinos de la Uva, Carnicería Pepi, en calle Curro Guillén, y la Cafetería Miramón. Además, se colocarán huchas para quien quiera prestar ayuda económica.

Son muchos los rondeños que ya han puesto su granito de arena para esta causa, así como asociaciones, colectivos y empresas. “Cuento con el apoyo de mucha gente porque no estoy robando, estoy pidiendo ayuda para mi hija”, señala el padre de Desirée.