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Exhuman los restos de un bebé robado en Ronda

Encarnación Benítez y Antonio Cárdenas, padres de la niña. // CharryTV

Encarnación Benítez y Antonio Cárdenas, padres de la niña. // CharryTV

"La forense nos ha dado pocas esperanzas de poder realizar la prueba de ADN, pero continuaremos hasta el final", asegura su madre

22 May 2012 - 12:38 // Charry TV Noticias

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La juez ordenó el inicio de las excavaciones donde supuestamente está enterrada la niña. // CharryTV
La juez ordenó el inicio de las excavaciones donde supuestamente está enterrada la niña. // CharryTV

Una médico forense y varios miembros de la Policía Científica estuvieron presentes en la exhumación. // CharryTV
Una médico forense y varios miembros de la Policía Científica estuvieron presentes en la exhumación. // CharryTV

Los restos que aparecieron del presunto bebé robado se encuentran en el Patio 2 del Cementerio de San Lorenzo. // CharryTV
Los restos que aparecieron del presunto bebé robado se encuentran en el Patio 2 del Cementerio de San Lorenzo. // CharryTV

Los hechos ocurrieron en julio de 1984. // CharryTV
Los hechos ocurrieron en julio de 1984. // CharryTV

"Ahora estoy más tranquila que antes de la exhumación. No hay nada, sólo pequeños restos que no sabemos si corresponden a huesos o a madera". Así se expresaba Encarnación Benítez después de que la Titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ronda ordenase la exhumación de los restos de su hija, presuntamente robada en julio de 1984.

Los hechos, que ya adelantó Canal Charry TV en el mes de enero, tuvieron lugar en la antigua Clínica Sagrada Familia de la Ciudad del Tajo. "En la sala sólo entramos el médico y yo. Era un espacio grande y no había enfermeras, ni comadronas. Al nacer, el médico, que sigue ejerciendo su profesión en la actualidad, cogió a la niña por las piernas y le dio unas palmaditas para que llorase. Y lloró", afirmó Encarnación, una mujer natural de la localidad gaditana de Algodonales que reside actualmente en Estepona.

"Luego se la llevaron a la incubadora y a los diez minutos llamaron a mi marido, que la vio de espaldas. Al día siguiente me dijeron que había muerto. No me dejaron siquiera verla y a él le dieron una cajita del tamaño de una caja de zapatos para que la trajera al cementerio", indicó. Su hija pesó al nacer 4,600 kilogramos y según el informe de la Clínica Sagrada Familia, ahora Hospital General Básico de la Serranía, falleció por problemas respiratorios, una versión que la familia nunca creyó y que ha provocado que casi veintiocho años después Encarnación Benítez, su esposo Antonio Cárdenas y sus dos hijos sigan luchando por conocer la verdad.

Alrededor de las diez de la mañana de ayer, la Juez, acompañada de una médico forense y varios miembros de la Policía Científica, ordenaba el inicio de las excavaciones donde supuestamente fue enterrado el bebé. Después de alrededor de tres horas finalizaban los trabajos, que "confirman nuestras sospechas de que nuestra hija no se encuentra aquí", señaló Antonio Cárdenas, que insistió en que "pese a que va a ser complicado encontrarla, vamos a seguir hacia adelante. Ya que hemos llegado hasta aquí después de tanto tiempo, no nos podemos echar atrás", señaló.

Los restos que aparecieron del presunto bebé robado, que se encuentran en el Patio 2 del Cementerio de San Lorenzo, se limitaron a pequeñas piezas por identificar y un trozo de plástico. "Si nuestra hija está enterrada ahí, lo lógico es que hubiesen aparecido más huesos o el cráneo. Tampoco han encontrado la caja que mi marido depositó en el lugar, aunque es lógico que se haya descompuesto transcurrido todo este tiempo, porque era de cartón. Ahora tendremos que esperar la respuesta de los laboratorios y si el caso se archivase por falta de pruebas y porque no es posible realizar la prueba de ADN con los pocos restos encontrados, seguiremos luchando para que se reabra el caso, porque queremos saber dónde está nuestra hija", concluyó.

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