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Pepi Guerrero: “También hay que ayudar a los que ayudan”

Pepi Guerrero y Juan Carrasco en la puerta de la sede en la barriada de La Dehesa // CharryTV

La asociación Solidarios en Ronda necesita más voluntarios y recursos económicos para poder adquirir una furgoneta

Paloma González

El 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Solidaridad, en honor al movimiento social polaco ‘Solidarnosc’, fundado por el premio Nobel de la Paz Lech Walesa, el cual estuvo implicado en la caída del muro de Berlín.

La pandemia puso de manifiesto el carácter solidario de rondeños y serranos y esa ayuda desinteresada en los meses de confinamiento dio origen a la asociación Solidarios en Ronda. Sin embargo, este colectivo conformado por Pepi Guerrero, Paqui Castaño y Juan Carrasco, no ha recibido ningún tipo de subvención o ayuda económica por parte de ninguna administración o entidad pública, por lo que siguen dependiendo de la buena voluntad de los ciudadanos.

“Necesitamos recaudar dinero para una furgoneta de segunda mano porque la que estamos utilizando es de Juan y él la necesita para su negocio”, explica Pepi, la presidenta, enumerando alguna de las acciones que van a llevar a cabo para conseguir el dinero: “Estamos vendiendo lotería de Navidad y en septiembre montaremos un mercadillo solidario de muebles de segunda mano, a precios simbólicos”.

Desde 2020 han venido ayudando a centenares de personas que han solicitado desde ropa y comida hasta electrodomésticos. “El otro día, una madre nos llamó desesperada porque el verano está a punto de finalizar y necesita un termo nuevo para poder calentar el agua a su hijo pequeño”, explica.

A pesar de que no dejan de acudir ciudadanos con muchas necesidades, el verano ha permitido que muchas personas se incorporen al mercado laboral y haya descendido el número de usuarios atendidos. Por eso, dice Pepi, ahora “es el momento de ayudar a los que ayudan. Ya contamos con tres personas que se van a incorporar como voluntarias a partir de septiembre pero necesitamos más porque no damos abasto”.

Aunque Pepi asegura sentirse muy cansada después de tantos meses de intenso trabajo, también reconoce que siente gran satisfacción cuando es la propia Policía Local la que se pone en contacto con ellos para que ofrezcan ayuda a algún indigente: “ Sí, claro que te enorgullece porque significa que reconocen el trabajo que estamos realizando. Y ahí que vamos nosotros”.

Pero no es sólo ayuda material la que ofrecen, tanto psicológica y emocional. Por ejemplo, como en el caso de Carmen Barea. Esta joven vivía en la calle y tenía problemas con las drogas. En Solidarios Ronda le dieron de comer pero también la convencieron para que se rehabilitara y abandonara ese mundo:

“Hablamos mucho con ella sobre este tema y ya lleva seis meses en las Adoratrices de Málaga; y subiendo peldaños porque tanto sus monitores como sus psicólogos nos dicen que está dispuesta a cambiar y va por muy buen camino”.

Pepi asegura que el trabajo que realizan también consiste en hablar y escuchar a la gente, permitir que puedan desahogarse y ofrecerles toda la energía positiva que puedan transmitirles. En este sentido, ha pedido a la familia de Carmen que vaya a visitarla y no la dejen de lado porque ella les necesita y “todo el mundo merece una segunda oportunidad”.