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“Desde chiquitita siempre he querido ser Dama Goyesca”

Crespillo en los jardines del Palacio de Mondragón // Laura Caballero

Lucía Crespillo cumple su sueño de representar a la ciudad, un rol que considera un orgullo tanto para ella como para su familia

Laura Caballero

Lucía Crespillo es una joven de 20 años que siempre había querido ser Dama Goyesca, debido a las tradiciones que su familia, y especialmente su padre, se han encargado de inculcarle desde la infancia. Este 2024 cumple un sueño: representar a Ronda y lo suyo en una feria inusual, aunque eso más que quitarle la ilusión le ha permitido alargar su rol durante un año más.

Cuéntanos sobre ti.
Tengo 20 años recién cumplidos y estoy estudiando Comercio aquí en Ronda, donde he nacido y crecido.

Este año tienes la gran responsabilidad de ser Dama Goyesca, representar a la ciudad. ¿En qué momento decides presentarte?
Desde chiquitita siempre he querido ser Dama Goyesca. Me he esperado unos añitos porque quería serlo antes pero mi padre me dijo que me esperara a ser un poco más grande. El año pasado cuando terminó la feria eché la solicitud en el Ayuntamiento acompañada de mi padre. Me presenté y aquí estoy.

¿Qué escribiste en esa carta?
Puse mis datos y puse que quería ser Dama Goyesca porque era la ilusión de mi vida, porque desde chica siempre he visto a esas Damas Goyescas y las he admirado y he querido estar ahí. Para mí era un sueño, una ilusión muy grande.

Dices que es la ilusión de tu vida, ¿por qué? ¿Qué significa para ti ser Dama Goyesca?
Para mí ser Dama Goyesca es un orgullo. Un orgullo tanto para mí como para mis padres, mi familia… Es una cosa que siempre he querido ser partícipe en las tradiciones de mi ciudad y poder formar parte de ellas es algo grandísimo para mí. Yo siempre he admirado mucho las tradiciones de mi ciudad, ya sea la feria, sea Ronda Romántica, lo que sea… Siempre he querido formar parte de ellas y ahora por fin ser parte de ellas es un sueño, un orgullo y un logro.

Eres parte de ellas, además en primera fila y durante dos años. ¿Te lo esperabas?
Además de verdad, no solo uno, sino dos. La verdad es que no me lo esperaba. Esto es una cosa muy grande, porque al fin y al cabo yo estaba preparada para un año, pero ya han tocado dos. Poco a poco el cuerpo se va haciendo, los nervios se van quitando. Es muchísimo mejor estar dos años que uno.

¿Cuándo te enteraste de que te habían elegido?
Me enteré unos meses después de Navidad, creo que fue después de Semana Santa o un poco antes. Le llegó una carta a mi padre, pero yo estaba fuera de mi casa, así que me hizo una videollamada. Cuando me lo dijo no me lo podía creer, empecé a llorar, a reírme, me puse loca, vaya…

¿En tu familia cómo se lo han tomado?
Muy bien todos. Mi padre es el que mejor se lo ha tomado sin duda, porque desde chica siempre me ha querido meter por ahí. Es una cosa que siempre me ha gustado, pero a él más todavía, siempre le ha encantado. Él ve a su niña por fin siendo Dama Goyesca, eso para él es lo más grande. Y ya mi madre, mi hermano, mis abuelos, todos súper contentos.

¿Por qué le hace tantísima ilusión a tu padre?
Porque a él le ha gustado mucho esto de la feria, las Damas Goyescas, los trajes, el toreo… Entonces desde chiquitita yo he ido haciendo mis cosas, por ejemplo, fui Reina del Carnaval Infantil, después he crecido y me he presentado a Dama Goyesca. Él ha querido ir acompañándome en esas cosas porque le encanta ese mundo. Ahora que su hija está ahí, más le gusta.

¿Es el que más te está ayudando con los preparativos?
El que más. Él está ahí desde el minuto uno. Mi madre también, mi familia también pero mi padre es el que más porque es una cosa que a él le encanta… Está ahí para todo.

¿Es ilusionante vivir esta experiencia junto a él?
Claro, súper ilusionante. Es muy bonito estar acompañada de tu padre y que le guste tanto.

¿Eres la primera de tu familia?
La primera y esperemos que la saga continúe. Es una gran responsabilidad porque no ha habido ninguna Dama Goyesca con anterioridad.

¿Cómo describirías a la mujer rondeña?
A esa mujer la describiría como emprendedora, empoderada, una mujer que tiene sus metas y objetivos y que los consigue. La mujer rondeña si se lo propone y trabaja en ello, lo consigue. Es una mujer que piensa de forma positiva.

Se suele pensar que las Damas Goyescas son solo fachada, pero hay mucho más detrás…
Eso está claro. No todo es una fachada, ni todo es una cara bonita. Las Damas Goyescas tenemos responsabilidades, también está lo que lleva uno por dentro. Yo por ejemplo soy Dama Goyesca porque a mi me gusta y me hace ilusión, pero por detrás te puedo asegurar que tanto mis compañeras como yo, somos mucho más que solo una fachada.

Tenéis la responsabilidad de que las siguientes generaciones se vean reflejadas en vosotras y quieran seguir vuestros pasos.
Tenemos que ir poco a poco haciéndole ver a la juventud que viene detrás nuestra que ser Dama Goyesca implica muchas más cosas que el simple hecho de la feria y demás. Las Damas Goyescas tenemos muchísimos actos durante todo el año. También se tiene que animar la juventud y darse cuenta de que es algo muy bonito, tenemos que continuar las tradiciones de nuestra ciudad porque si no las continuamos nosotros, ¿quién las va a continuar? Por lo tanto, es una cosa que tenemos que trabajar y el futuro, crearlo nosotros.

No podemos dejar atrás la gran noticia de este año, la cancelación de los festejos taurinos. ¿Cómo te enteraste y cómo te lo tomaste?
Estaba dormida, me desperté y vi el grupo que tenemos nosotras las Damas Goyescas y vi la noticia. Tanto yo como mis compañeras pensábamos que era una broma, que no podía ser así. Luego hablamos con Mila, con nuestra Presidenta, y dijo que nos esperáramos. Cuando nos lo confirmaron pensé que qué mala suerte, pero lo asimilamos, se han barajado otras opciones. En mi caso me lo he tomado de manera positiva, ha sido una tristeza, pero el año que viene puede ser que por fin se cumpla eso y ya está. Hay que pensar que la feria, por muy importante que sea la Corrida Goyesca, no solo es eso.

¿Cuál de los actos que tenéis previsto te hace más ilusión?
Si hubiera la Corrida Goyesca, obviamente sería ese, la entrada a la plaza de toros, pero como no lo hay, te puedo decir que la cabalgata es una de las cosas que espero con más ganas e ilusión. Desde chica las he visto ahí subidas y quería estar ahí. Ahora que por fin lo voy a estar yo, es una de las cosas que espero con más ganas.

¿Cómo sueles vivir la feria?
Muy intensamente. A mí siempre me ha gustado mucho, desde que era chiquitita me he vestido de flamenca, me he montado en los cacharritos… Ahora más grande, suelo salir a la feria de día, al Real que me gusta más, estar allí en las casetas bailando flamenco, por la noche me voy un poco más a las de fiesta. La feria es una de las cosas que más me gustan.

¿La feria con familia o con amigos?
De los dos. Yo suelo salir con mis amigos, pero como también está mi familia por allí, voy cambiando. Siendo más grande, con mi familia me gusta de día, pero de noche me gusta salir con mis amigos, porque no va a estar mi madre en la caseta hasta las tantas.

¿Cómo estás viviendo esta experiencia desde que os nombraron?
Muy feliz y muy ilusionada. Ha sido una de las cosas más bonitas que me han pasado. Súper contenta, estoy viviendo cada acto intentando que se me pase lo más lento posible porque después va todo muy rápido. Súper bien porque mis compañeras y mi Presidenta… es que no me puedo quejar.

¿Cómo es la relación con el resto de las compañeras?
Súper bien. Estamos muy contentas todas, yo personalmente puedo decirlo que con Mila estoy súper encantada porque es una persona que se preocupa por nosotras, que es entregada, que pone nuestra opinión por delante. Es una persona maravillosa. Mis compañeras, cada una tiene sus cosas y es que son todas buenísimas. Muy ilusionada de poder compartir la experiencia con ellas.

¿Qué les dirías a los rondeños de cara a esta feria?
Les diría que se animaran, que vinieran a la feria, que la feria de Ronda es única, que se tomen su rebujito en las casetas, que bailen, que los niños se monten en los cacharritos y que disfruten, porque pasa volando.