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La única sala de rehabilitación de mascotas en Ronda se encuentra en Centro Veterinario Boycan

Una de las mascotas atendidas realiza sus ejercicios en la cinta. // CharryTV

Nacho Camps y Fátima García se han trasladado junto al resto del equipo a un nuevo espacio más amplio y equipado

Paloma González

Las mascotas han dejado de ser simples animales de compañía para convertirse en un miembro más de la familia. Es por ello que su cuidado y bienestar nos preocupa cada vez más. El veterinario, por tanto, también se ha convertido en uno de los profesionales más consultados y demandados.

Eso es algo que pueden corroborar en Centro Veterinario Boycan. Después de una década de trabajo en nuestra ciudad, Nacho Camps y Fátima García, junto al resto del equipo, han cerrado las puertas de sus tradicionales instalaciones para abrir una nueva clínica en el número 91 de la calle Sevilla con el propósito de mejorar la atención a sus pacientes.

“Tenemos una demanda grande, con una sola consulta y cuatro veterinarios. Las esperas eran demasiado largas”, explica Camps. “Solemos atender a una media de 30 o 40 animales al día, por lo que necesitábamos dar este salto”, añade García.

Además, este nuevo espacio les permite tener salas independientes para atender a diferentes especies y ofrecer nuevos servicios, únicos en la ciudad, como la sala de rehabilitación.

“Aún tenemos que terminarla, pero ya tenemos la cinta para aquellos animales que tengan problemas para andar o para la obesidad. También atendemos a mascotas con problemas neurológicos. Igualmente ofrecemos electroestimulación y, en breve, contaremos también con magnetoterapia para cicatrización y control del dolor”, detalla el veterinario.

El quirófano es de lo que más orgullosos se sienten: “Antes contábamos con uno muy pequeñito y ahora tenemos uno mucho más amplio, con un suelo especial antibacteriano y sin esquinas, que a su vez es mucho más higiénico para las cirugías”, afirma Camps.

Casi un mes después de su apertura, están muy satisfechos con la acogida y la respuesta de sus clientes, pues todas las valoraciones han sido positivas. El miedo inicial de embarcarse en un proyecto de mayor envergadura se ha transformado en ilusión. “Este era el sueño de nuestra vida”, asegura esta pareja de veterinarios.