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Zapatería Becerra: de la reparación de calzado a la cerrajería de automoción

Ismael, Miguel y Jaime en el taller del local, ubicado en la calle Portichuelos.  // CharryTV

Ismael, Miguel y Jaime en el taller del local, ubicado en la calle Portichuelos. // CharryTV

Miguel abrió el negocio hace 40 años y aprendió el oficio de manera autodidacta, convirtiéndose en el mejor maestro para sus hijos

13 Aug 2025 - 10:38 // Charry TV Noticias

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Miguel comenzó en el local de enfrente y se trasladó a este espacio a principios de los años 90.  // CharryTV
Miguel comenzó en el local de enfrente y se trasladó a este espacio a principios de los años 90. // CharryTV

La máquina más moderna (derecha) junto a la más antigua (izquierda) que utilizan para las llaves.  // CharryTV
La máquina más moderna (derecha) junto a la más antigua (izquierda) que utilizan para las llaves. // CharryTV

Esta es la mayor reliquia que conserva la familia, que data del siglo XIX.  // CharryTV
Esta es la mayor reliquia que conserva la familia, que data del siglo XIX. // CharryTV

Paloma González

Miguel Becerra trabajaba como panadero cuando en 1984 decidió dar un cambio en su vida y abrir un negocio de reparación de calzado en un pequeño local de la calle Portichuelos. Claro que aquello no tenía nada que ver con lo que él sabía hacer, pero siempre se le habían dado muy bien los trabajos manuales y se atrevió a iniciar y aprender el oficio de manera autodidacta.

“Empecé muy despacito. Fui a Málaga a aprender de un compañero y poco a poco comencé a andar reparando exclusivamente zapatos. Un hombre mayor, con más experiencia en este sector, estuvo conmigo unos años y también me enseñó muchas cosas”, explica.

En 1992 se trasladó a un local más grande justo enfrente, en la misma calle y el aprendiz acabó convirtiéndose en un gran maestro para sus hijos, quienes le acompañan desde hace dos décadas en este negocio familiar.

El primero en llegar fue Jaime, el mayor: “Comencé a trabajar con mi padre con 20 años, en 2001 creo, justo cuando comenzó la revolución digital. Imagínate cómo ha cambiado todo. No obstante, seguimos apostando por el trabajo manual y se siguen utilizando algunas de las máquinas con las que comenzó mi padre”.

“Aquí tenemos una de 1865. Esta sólo la sabe utilizar él. Es un mamotreto muy pesado que conservamos aquí por el valor histórico y emocional que tiene”, añade Ismael. El pequeño de los hermanos se incorporó en 2008 y desde entonces conforman un equipo que funciona a la perfección.

“Yo me venía aquí por las tardes cuando era muy pequeño por lo que no me costó mucho adaptarme. Ahora somos como una cadena, en la que cada uno tiene su función, lo que también nos permite sacar el trabajo mejor y mucho más rápido”, añade.

A lo largo de los años han ido añadiendo nuevos servicios, como reparación y venta de otros productos (bolsos, cinturones o maletas, etc), creación y copias de llaves y cerrajerías de automoción.

“Es necesario adaptarse a los nuevos tiempos porque cada vez se repara menos. El calzado actual no tiene nada que ver con el de hace cuarenta años. Antes se tenían menos zapatos, pero de mayor calidad. Eran mucho más caros y la gente sí demandaba este servicio”, destaca Miguel.

A diferencia de otros sectores, a ellos no les afectan tanto las crisis. “Cuando la gente cuenta con menos poder adquisitivo, no gasta tanto, cuida más lo que tiene y repara más. Aunque nosotros estamos muy contentos porque tenemos muy buenos clientes, esto siempre es un no parar y nos sentimos muy orgullosos y afortunados de poder estar los tres juntos”, asegura Jaime.

A Miguel ya que le queda poco para jubilarse y sus hijos tendrán que continuar solos con el negocio. El padre confía plenamente en ellos y está seguro que les irá muy bien:

“Yo no les aprieto mucho porque son muy responsables, no porque sean mis niños. Además, estoy muy orgulloso porque son buenas personas. Yo siempre he intentado hacer mi trabajo lo mejor posible y sé que ellos lo van a hacer igual”.

De hecho, tanto Jaime como Ismael aseguran, con la sonrisa que les caracteriza, que para ellos lo mejor de su trabajo es la satisfacción del cliente. “Da igual que la reparación sea cara o barata. Lo fundamental es que esa persona se vaya contenta y con intención de volver si nos necesitan”, destaca el hermano menor.

El hermano mayor, por su parte, señala que siempre intentarán adaptarse a los tiempos, evolucionar a medida que lo hace la tecnología, pero sin grandes pretensiones. “Mi padre nos ha enseñado a ser humildes y buenos profesionales. Sabemos que los problemas hay que dejarlos en la puerta, que debemos ser amables y agradables con el cliente, sin ser demasiado avariciosos para no perder la calidad de nuestro servicio”, asegura.
 

Comentarios

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SSS
Son magníficos en su trabajo y además muy amables con el público.
13 Aug 2025 - 17:13
Miguel Angel
Humildes,buenas personas,super profesionales, agradables y trabajadores.
17 Aug 2025 - 12:11
Desarrollo y Diseño Web Sevilla Andrés Ramírez Lería