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El mensaje de Pablo, el rondeño de 20 años que planta cara con una sonrisa a la leucemia

El joven rondeño, mandando ánimos desde su habitación del Hospital Carlos Haya de la capital malagueña // AECC Málaga

El joven ha trasladado a través de los perfiles de la Asociación Española Contra el Cáncer en Málaga palabras de ánimo contra el Covid-19

Manolo Guerrero

Aceptar lo que nos llega, por duro que sea, pelear con todas nuestras fuerzas y siempre con una sonrisa y, en este caso, encomendado a La Esperanza. La historia de Pablo es de las que conmueven a cualquiera. Un chico rondeño de 20 años que superó inicialmente una dura leucemia que unos meses después ha vuelto a reaparecer. Y, además de continuar animado, nos envía un mensaje positivo contra el coronavirus. 

Pablo ha sido la persona elegida por la delegación en Málaga de la Asociación Española Contra el Cáncer para trasladar a través de un vídeo palabras de ánimo a toda la ciudadanía en estos extraños momentos de confinamiento por el estado de alarma. 

"Soy Pablo, tengo 20 años y tengo leucemia. Llevo aislado en esta habitación casi dos meses. Una habitación pequeña donde no puedo abrir ni la ventana, ni salir al pasillo. No puedo salir al balcón como vosotros. Y como yo, muchísimas personas. Que esto que sirva para animaros a que sigáis en casa. No salgáis por vuestro bien y por el de los demás. Todos juntos venceremos al Covid-19 y desearos mucha salud y muchísima esperanza, que es muy importante. Y recordaos que os quedéis en casa, que se puede". 

En estos tiempos en los que nuestras vidas han cambiado y muchos nos quejamos por decisiones políticas, la economía, el trabajo o por no poder salir a la calle tanto como nos gustaría, este joven, ingresado en el Hospital Civil de Málaga acompañado por su madre mientras batalla contra su enfermedad desde hace ya casi dos meses y por segunda vez, nos da a todos una lección de entereza y nos devuelve a la tierra enseñándonos cómo se afronta un contratiempo.

Pablo ha pertenecido desde siempre a la Hermandad de La Columna. Ha presidido su Juventud Cofrade y, según nos cuentan miembros de la junta de Gobierno, ha mostrado siempre mucha entrega hacia su hermandad. Luchó porque se hicieran cosas para su Virgen, La Esperanza, a la que ha portado como horquillero desde que cumplió la mayoría de edad. 

Le detectaron su enfermedad a finales de 2018 y en octubre del pasado año los médicos lo dieron por curado. Hasta que hace unos meses un análisis de sangre reveló que había recaído. Se encuentra estable dentro de la gravedad y se mantiene completamente aislado en el Hospital Regional Universitario Carlos Haya, pero ni pierde el ánimo ni la esperanza. 

Sigue y seguirá luchando con una actitud positiva. Y seguro que sus palabras servirán para ayudar a personas que no pasan por su mejor momento por la crisis sanitaria. Y a hacerles ver que esta situación transitoria pasará y que hay que afrontarla como Pablo hace con la leucemia.

El año pasado encendió la candelería de la Virgen de la Esperanza y la acompañó como penitente. Y en la próxima Semana Santa tanto su Hermandad de La Columna como todos los rondeños estamos deseando volver a verlo en San Cristóbal, con su gente. Mucha fuerza y gracias por ser así, Pablo.