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“El tiempo nos dio la razón con el primer vertedero y ahora decimos que es una bomba de relojería”

Georgina Richmond y Manola León, vecinas de la pedanía y miembros del colectivo, han participado en el programa Foro Público de Canal Charry TV. // CharryTV

La plataforma PICE espera que las alegaciones presentadas por casi una decena de colectivos frenen la creación de una plataforma de residuos en La Indiana

Paloma González

Alrededor de una decena de asociaciones y colectivos ciudadanos han presentado alegaciones al proyecto de construcción de una nueva planta de gestión de residuos tóxicos en la pedanía de La Indiana.

La Plataforma de la Indiana para la Conservación del Entorno (PICE), la Federación de Asociaciones de Vecinos de Ronda, Silvema-Ecologistas en Acción Serranía de Ronda, la Asociación Senderista Pasos Largos, la Asociación de Vecinos La Dehesa, la Asociación Salvemos Campos y Montes de Ronda y la Asociación para la promoción y desarrollo de la Serranía de Ronda esperan que sus argumentos sirvan para frenar el proyecto, el cual debe aprobar ahora la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Málaga.

“Quiero que todos los vecinos entiendan y comprendan que, si viene una riada, todo el valle se verá afectado porque el agua viene desde el Puerto de las Muelas y llega justo a donde quieren poner esta planta. Es una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento y afectará a todos las zonas por las que pasa el río”, asegura Manola León, vecina de la pedanía y miembro de la plataforma.

Georgina Richmond también forma parte del colectivo y lleva toda su vida en La Indiana: “He leído el proyecto, el estudio y las alegaciones y hay una lista increíble de incumplimientos. La única explicación que me doy es que ellos pensaban que nadie lo iba a mirar con lupa, bien por pereza o falta de tiempo, no lo sé. Pero ahora sí que tienen delante todas las leyes que han ignorado”.

Además, estas vecinas critican que sólo se les haya dado aviso de este proyecto, de iniciativa privada, a los propietarios de las vivienda y fincas colindantes pues consideran que antes de poner una idea en marcha, deben ser escuchadas las opiniones del conjunto de la población de este núcleo rural:

“Cuando se construyó el primer vertedero avisamos que era un error, que estaba en muy mal sitio porque todo acabaría en el río. Y así fue. El tiempo nos dio la razón. Toda mi familia, desde mis bisabuelos, hemos vivido en el entorno y lo conocemos perfectamente. Por eso digo que, aunque estos proyectos se deben formar en una oficina, también hay que conocer el lugar y hablar con los vecinos para saber dónde se van a ubicar las cosas”.

“Esperamos que el técnico de la Junta que tenga que firmar eso se niegue a hacerlo después de todo lo que hemos alegado. Y si es así, esa persona tendrá un problema muy grande en el futuro porque no vamos a parar. Es que hay mucho que defender en el entorno, no solamente esto”, advierte Richmond.

Asimismo, tanto Manola como Georgina han hecho un llamamiento al Ayuntamiento de Ronda para que les apoye y no autorice finalmente su construcción en el espacio elegido por la promotora.