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Los guías turísticos denuncian competencia desleal y reclaman más mecanismos de control

Un grupo de turistas junto a su guía en el paseo de Blas Infante antes de la pandemia // CharryTV

Este próximo 21 de Febrero se celebra el Día Internacional del Guía Turístico, una profesión a la que se dedican unas 40 personas en nuestra ciudad.

Paloma González

Ronda cuenta actualmente con unos 40 guías turísticos oficialmente acreditados que marzo de 2020 han tenido que cesar su actividad debido a la pandemia. La relajación de las medidas de restricción durante el pasado verano les permitió poder facturar algunos ingresos gracias al turismo nacional. Pero la llegada de la tercera ola también les está golpeando con fuerza. 

Es el caso de Claudia Valle, quien sólo llevaba ejerciendo un año como guía autónoma cuando se decretó el Estado de Alarma: “apenas me dio tiempo a coger confianza y a sentirse cómoda con mi trabajo cuando llegó el confinamiento”. 

Sonia Sedeño si tiene más experiencia en el sector y asegura que está viviendo esta situación mucha incertidumbre: “El mercado internacional no se va a abrir seguramente hasta el próximo año. A ver si con el mercado nacional, entre todos, podemos sacar algo en positivo”. 

Sin embargo no es su situación actual lo que les preocupa. Ambas han podido solicitar una ayuda económica que, aunque no es mucho, les permite seguir adelante. Lo que de verdad les inquieta es que al recuperar la “normalidad” se vuelvan a encontrar con los mismos problemas que ya venían arrastrando desde hace tiempo.

Entre ellos se encuentra el intrusismo laboral. Sonia asegura que los falsos guías, que están ejerciendo como tal sin ningún tipo de acreditación se han ido multiplicando con el paso de los años sin que nadie tome cartas en el asunto. Entre ellos también se encuentran los conocidos como “free tour” (tour gratis en el que los visitantes entregan una propina al guía al final de la visita). 

“Quien tiene que tomar cartas sobre este asunto es la administración pública y aquí el Ayuntamiento también tiene mucho que decir”, asegura Sonia que apela a la creación en nuestra ciudad de una Policía Turística. Una propuesta que también comparte Claudia, quien explica que esta figura, que se dedica a controlar si un guía tiene acreditación o no, ya está funcionando muy bien en otras ciudades como Granada.

A modo de conclusión, ambas aseguran que les encanta su sector y que su trabajo es una vocación pero insisten en que echan en falta una mayor protección por parte de las diferentes administraciones, incluido el gobierno local o la empresa municipal Turismo de Ronda.