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Medio centenar de efectivos para la X Bandera y el Grupo de Caballería tras superar la FAL

Un grupo de aspirantes a legionarios, durante la tabla de combate // Manolo Guerrero

Recibieron el gorrillo legionario en un acto presidido por el general Melchor Marín, jefe de la Brigada de La Legión

Manolo Guerrero

La X Bandera Millán-Astray y el Grupo de Caballería Reyes Católicos dieron la bienvenida el pasado miércoles a medio centenar de jóvenes que acaban de incorporarse a la unidad tras superar la Fase de Adaptación Legionaria, en la que se han instruido por espacio de algo más de seis meses.

Fue en un acto que tuvo lugar en el Patio de Armas del Cuartel de Ronda presidido por el general Melchor Marín Elvira, jefe de la Brigada de La Legión, que estuvo acompañado por el coronel José De Meer, jefe del 4º Tercio y por el resto de jefes de unidad de la plaza de Ronda.

En concreto, se han incorporado en esta promoción 38 efectivos a la X Bandera de Infantería Ligera Millán-Astray y 11 al Grupo de Caballería Ligero Acorazado Reyes Católicos, todos hombres en esta ocasión. Unos 250 familiares acompañaron a los nuevos legionarios, que formaron ya sin mascarillas y comenzaron respondiendo aleatoriamente a preguntas relacionadas con aspectos históricos de La Legión formuladas por los tenientes coroneles Miguel Ángel Pérez Franco y Luis Alfonso Rodríguez Santamaría.

Posteriormente y bajo el mando del capitán Emilio Jiménez, jefe de la 5ª Compañía de la X Bandera, los jóvenes realizaron una tabla de movimientos de orden cerrado y, posteriormente, una tabla de combate, ante la atenta mirada de sus instructores durante este periodo de preparación y de sus mandos, antes de calarse por primera vez el gorrillo que los acredita como legionarios, que recibieron ante el aplauso de sus acompañantes.

El general Melchor Marín entregó a Álvaro Conejo Bravo el diploma que lo acredita como legionario distinguido de esta promoción, en la que ha demostrado su alto grado de instrucción. Tras la alocución del general, que agradeció la dedicación de los nuevos legionarios, se interpretó ‘La Canción del Legionario’ y se recitaron dos espíritus del Credo Legionario, antes de cerrar el acto con un desfile de la fuerza.