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Banesto cede ante la presión social y paraliza el desahucio de Cristóbal Rodríguez y su familia

El rostro de Cristóbal en la concentración de hace trece días refleja el calvario que padecen decenas de familias en la comarca. // CharryTV

La entidad bancaria anula la subasta de la vivienda a raíz de la concentración del día 12 a las puertas de su sucursal de Carmen Abela

El 26 de abril ha dejado de ser una pesadilla para la familia del arriateño Cristóbal Rodríguez. Un día en el que estaba prevista la subasta de su vivienda y que, de momento, ha sido paralizada por el banco. La pesadilla comenzó hace tres años, cuando la casa que tenía hipotecada sufrió daños que los obligó a trasladarse. Los 900 euros que Cristóbal percibe mensualmente como barrendero y el sueldo de cuidadora de su mujer no son suficientes para hacer frente al alquiler de su nueva casa, a las múltiples facturas y a las letras bancarias, cuyo importe total casi asciende a unos 50.000 euros.

Por desgracia, la historia de los desahucios es la misma que están viviendo cientos de familias en la Serranía de Ronda, con distintos protagonistas, y cuyas consecuencias han motivado la creación de plataformas y comisiones para asesorar a estas personas.

En el caso de Cristóbal ha sido la presión social la que ha hecho reflexionar a los responsables de Banesto, ya que esta decisión ha llegado después de la concentración del pasado día 12 a las puertas de la sucursal de esta entidad en la plaza de Carmen Abela, que reunió a distintos colectivos y particulares para mostrar su rechazo ante la falta de humanidad de la banca. 

Será en pocos días cuando la Comisión contra los Desahucios de Arriate se siente a negociar con los responsables de Banesto para llegar a un acuerdo sobre la situación de esta familia. Según ha apuntado Raúl Hoyos, uno de sus miembros, “pondremos encima de la mesa dos posibilidades. Por un lado, la dación en pago para que desaparezca la deuda. Y por otra parte, la rehabilitación de la vivienda de Cristóbal”.

Asimismo, Antonio Durán, portavoz de Izquierda Unida en Arriate, ha explicado que “este proceso no acaba, sino que continúa. La única manera de hacer frente a esta barbarie es la presión social que se pueda hacer frente a los bancos”.

Actualmente en Arriate reciben asesoramiento más de una decena de familias, mientras en que en Ronda la cifra asciende a sesenta. Se trata de personas que en poco tiempo han visto cómo pueden perder sus hogares y, por consiguiente, uno de los principales derechos: el de tener una vivienda digna.