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Confitería DAVER lanza palmeras de plátano de Canarias para solidarizarse con La Palma

Las palmeras contienen un cremoso de plátano de Canarias con chocolate. // María José García

Cada unidad se venderá por dos euros y el 50% se destinará a las familias afectadas a través de la Federación Andaluza de Empresarios de Pastelería

María José García

Confitería DAVER ha decidido sumarse a una iniciativa de la Federación Andaluza de Empresarios de Pastelería que consiste en comercializar palmeras elaboradas con chocolate y plátanos de Canarias. Cada unidad se venderá por dos euros y, por el momento, el 50% de lo que se recaude con su venta se destinará a las familias afectadas por la erupción del volcán Cumbre Vieja de la isla de La Palma.

“En una de las conversaciones que tuvimos los miembros de la federación estuvimos pensando de qué manera poner nuestro granito de arena. Entre todos surgió la idea de algo tan típico como la palmera, además el nombre ya indica algo por el parecido con La Palma. Lo otro era plátano de Canarias y al final hemos hecho un cremoso de plátano de Canarias y chocolate”, argumenta el gerente de DAVER, David Verdú.

Verdú explica que las palmeras ya pueden adquirirse en los establecimientos que posee la confitería rondeña en Calle Espinel y Calle Virgen de Los Remedios y, en los próximos días, DAVER habilitará un número de teléfono para realizar encargos, incluso, a nivel nacional. También se dará la opción de encargarlas a través de su página web.

El confitero asegura que la introducción del plátano en la palmera y su integración con el chocolate ha supuesto todo un reto, pero reconoce que el resultado está gustando mucho, y se trata de una fruta que los reposteros de DAVER no habían tratado en este tipo de dulces hasta la fecha.

“El plátano, al no ser una fruta con mucho líquido complica un poco la cocción y la integración del chocolate, pero, al final, se cuece el plátano y va perdiendo un poco de humedad, que es suficiente para poder integrarlo. Estamos hablando de plátano y chocolate, no lleva nada más”, admite.

Verdú está convencido de que el carácter altruista que demuestran los rondeños en los momentos en que se apela a su solidaridad, unido a la expectación que genera el nuevo producto, hará que la iniciativa resulte exitosa: “Cada vez que ha habido una llamada de cualquier organismo, de cualquier asociación, creo que nos hemos volcado. Tenemos la prueba con lo que hemos pasado, nos hemos unido todos unos dando postres, otros, comida. Al final creo que no salvamos, pero remediamos un poco”.