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El bandolero rondeño reconvertido en hostelero

Cervecería El Bandolero se encuentra en el barrio San Francisco. // CharryTV

Francis Guerrero abrió su cervecería hace siete años. Aunque asegura que no son buenos tiempos para el sector, sigue apostando por productos de calidad a bajos precios

Paloma González

Cervecería El Bandolero abrió sus puertas hace siete años en el barrio San Francisco. Su propietario, Francis Guerrero, decidió ponerle este nombre al negocio como recuerdo a una etapa previa de su vida en la que recorría la ciudad a caballo, ataviado son su pañuelo, su fajín y su trabuco:

“Fueron mucho años junto al monumento del toro haciendo de guía turístico para los visitantes. Guardo recuerdos muy bonitos de aquella época, aunque pasaba mucho calor en verano, con ese traje a 40 grados”.

En el interior del establecimiento también se pueden ver imágenes de aquellos años. “No he dejado de vender la ciudad porque aprovecho las fotografías para aconsejarles a todos los que llegan de fuera qué rincones deben visitar”, añade.

Dar un giro radical en su vida no fue una decisión precipitada, a pesar de emprender en hostelería también implicaba transformar una antigua vivienda.

“No me arrepiento en absoluto, pero es verdad que esto ha cambiado mucho. La pandemia ha hecho mucho daño porque la gente ya no gasta tanta como antes. Por las noches sí hay más movimiento, pero este verano no está siendo tan alegre como el de otros años”, afirma.

Guerrero asegura que hay varios problemas añadidos como la escasez de camareros disponibles, el aumento de impuestos y la subida de precios en general.

“Al final tienes que ir jugando con todo esto porque tú no puedes subir mucho tus precios, aunque ganes menos, porque la gente no puede gastar más. La consecuencia es que de 30 mesas en la terraza he pasado a 18 y de siete personas en plantilla a sólo tres”.

No obstante, Guerrero ha seguido confiando en sus proveedores habituales y apostando por productos de calidad, en su mayoría procedentes de la Serranía de Ronda.

“A la gente le encanta la presa y la pluma, pero el plato estrella es la brocheta de solomillo. En cuanto sale la primera, todo el mundo la pide. Pero vamos, que todo está bueno porque el pescado es fresquísimo, de mi amigo Lucas”.

El Bandolero, haciendo honor a ese espíritu rebelde y luchador, no tira la toalla y espera seguir en activo muchos años más a pesar de las circunstancias.