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Enriqueta Carrillo: "Atendemos a personas que nunca pensaron que llegarían a necesitarnos"

Enriqueta Carrillo, en la sede de Cáritas Interparroquial de calle Pozo. // CharryTV

Para la directora de Cáritas Interparroquial, el perfil de los demandantes de ayuda ha cambiado notablemente durante los últimos meses

Cáritas es una organización perteneciente a la iglesia católica que se dedica a ayudar a los más desfavorecidos contribuyendo a solucionar, dentro de sus posibilidades, las necesidades básicas de alimentación y vestimenta, además de otras ayudas como el pago de facturas o alquileres. Este es el caso de Cáritas Interparroquial de Ronda, dirigida por Enriqueta Carrillo. Una organización que ayuda a alimentarse a unas 55 familias rondeñas como media mensual, lo que se traduce en alrededor de 1.820 actuaciones en lo que va de año.

¿Cómo funciona y con quién actúa Cáritas Interparroquial?
En Cáritas funcionamos con unas horas de apertura por las tardes donde intentamos atender las demandas de todas las personas que llegan a nuestros despachos. Cáritas Interparroquial es como un núcleo desde donde coordinamos a todas las Cáritas Parroquiales de Ronda. Tenemos un horario de tarde porque somos voluntarios con un trabajo remunerado por la mañana.
Trabajamos con toda la gente que se acerca, somos la parte de la Iglesia que lleva a cabo de forma más vistosa la caridad, característica de toda la iglesia cristiana.

¿Cuáles son los sectores más afectados?
Con esta dichosa crisis hemos visto los rostros de la pobreza desde gente sin medios que sigue estando necesitada, hasta otros que no han venido nunca a Cáritas y que no han tenido este tipo de necesidades antes. Pero se van acabando ya las ayudas del paro, entonces hay muchos cabezas de familia que no cobran, ni tienen posibilidad de obtener ingresos. Nos llegan personas de diferentes nacionalidades, pero también muchos rondeños. El otro día vino un señor que lleva tres años en paro, otro que lleva dos años también sin trabajar... Y no tienen más remedio que acudir a donde pueden recibir ayuda.

Además de las necesidades básicas de alimentación, ¿cuáles son las más frecuentes?
Alquileres y trabajo. La falta de dinero para llegar a fin de mes, para pagar el alquiler, los problemas de vivienda y los desahucios están cada vez más presentes. Por otro lado, el tema del trabajo aparece a diario, es lo primero que nos plantean quienes acuden a nosotros. Pero las posibilidades ahora son nefastas.

¿Se ayuda ahora más al vecino que antes?
Siempre se ha ayudado a los necesitados, existía una idea de que había un número de personas y estaban encuadradas dentro de unas características. Pero ahora ese perfil ha cambiado y el necesitado está más cerca de nosotros. No está únicamente la gente que uno ve y piensa que tiene pinta de necesitado. Hay gente que no te imaginas que puedan necesitar ayuda y no tienen para pagar alquileres e hipotecas. Otra necesidad muy grande es la ropa. Quizás esté barata, pero son muchos los que no disponen de medios para comprarla.

¿Hay gente que muestre pudor a la hora de pedir ayuda?
Sí, hay gente que nunca pensó que vendría a Cáritas. Yo siempre digo que no sabemos las vueltas que puede dar la vida y uno tiene que hacer lo que tiene que hacer en cada momento. Nosotros intentamos acoger a todo el mundo, pero no podemos dar la solución a todos los problemas. Recibimos a la gente con el máximo cariño y respeto y los ayudamos dentro de nuestras posibilidades. Pero los recursos son limitados y no podemos llegar a todo el mundo, como nos gustaría.

¿Se encuentran con casos muy duros?
Los voluntarios a veces nos encontramos realmente mal porque no podemos solucionar todo lo que nos llega y esto te crea mucha angustia, pero se sigue adelante porque la gente que viene llega mucho más desbordada. Hay situaciones que no pueden solucionarse, ni siquiera aunque tuviéramos varios millones de euros. Hay situaciones tan dramáticas que ni el dinero puede aliviarlas. No obstante, tenemos que agradecer las aportaciones que recibimos y que, a pesar de la crisis, se siguen manteniendo.