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La labor asistencial en Urgencias en plena crisis del COVID-19

Javier García insiste en que el material de protección es muy escaso, lo que explica el alto número de contagios entre el personal sanitario. // Javier García

Javier García insiste en que el material de protección es muy escaso, lo que explica el alto número de contagios entre el personal sanitario. // Javier García

El médico residente rondeño Javier García nos acerca el protocolo que siguen los sanitarios del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla

01 Apr 2020 - 16:48 // Charry TV Noticias

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Sistema de ventilación creado a partir de mascarillas de Decathlon e impresoras 3D. // Javier García
Sistema de ventilación creado a partir de mascarillas de Decathlon e impresoras 3D. // Javier García

María José García

Lejos de Ronda y su comarca, numerosos rondeños y serranos sanitarios hacen frente a la amenaza del coronavirus, lidiando con la generalizada escasez de medios, que se evidencia especialmente en los centros hospitalarios de grandes ciudades con mayor número de pacientes que padecen la enfermedad. 

Uno de ellos es Javier García, médico residente del Área de Anestesiología del Hospital Universitario Virgen Macarena, que explica a Charry TV cómo trabaja estos días el personal sanitario para prevenir, en la medida de lo posible, y tratar a aquellos pacientes que hayan dado positivo por COVID-19 o sobre los que pesen sospechas de que portan el virus.

“El hospital ha sufrido una gran transformación: En la puerta de urgencias se ha creado un circuito específico de pacientes respiratorios, para que estén en el menor contacto posible con el resto de pacientes. Las consultas médicas que estaban programadas se intentan llevar a cabo de forma telefónica, y la actividad quirúrgica prácticamente ha sido suspendida en su totalidad. Solo se han dejado los quirófanos de urgencias, los oncológicos y los de patologías que no pueden demorarse de cara a minimizar los ingresos”, informa García.

La escasa protección con que cuenta el personal sanitario los ha convertido en el sector de la población más afectado por su alta exposición al virus: “Hay que destacar la gran tasa de infección que tiene el personal sanitario en nuestro país y, en este aspecto, nuestro hospital está siendo muy castigado: Gran parte de la plantilla de los médicos adjuntos del servicio de urgencias está en aislamiento o es positiva por el virus”, asegura Javier.

Como cuenta el médico residente, en el nivel más básico de protección, los profesionales visten una bata de manga larga, guantes, deben utilizar con frecuencia una solución hidroalcohólica para la higiene de manos, mascarillas de tipo FFP2 –García advierte de que este tipo de mascarillas son escasas pero todos los profesionales que realizan guardia en la puerta de Urgencias cuentan con una-, así como unos gorros que protegen la cabeza.

El personal sanitario que atiende a los pacientes en urgencias debe hacer uso de los conocidos como EPIS (Equipos de Protección Individual) ya que pueden estar en contacto con personas sospechosas de portar el virus o que manifiestan sintomatología respiratoria. Los EPIS se componen de: unas calzas para cubrir zapatos; una bata impermeable; doble guante de nitrilo; una mascarilla FFP2 que, a su vez se cubre por una mascarilla quirúrgica; un fonendo, y unas gafas “antisalpicaduras” o pantalla facial protectora.

García insiste en que “el material es muy escaso, y eso nos obliga a que cada profesional que se lo pone esté mínimo dos horas con el equipo puesto, pero necesitamos esta protección para poder seguir viendo a los pacientes”. 

Además los EPIS suelen ser bastante incómodos de llevar, como describe el sanitario: “El equipo da mucho calor, es muy agobiante porque prácticamente tienes todo el cuerpo cubierto por materiales impermeables y hace daño donde se fijan las gafas, la máscara… La verdad es que es muy incómodo”.

Otro de los dispositivos a los que los profesionales están dando mayor uso durante esta emergencia son los respiradores que, como explica Javier, pueden ser de dos tipos: “Un respirador es una máquina que sirve para meter aire dentro de un paciente de forma activa: tanto por ventilación mecánica no invasiva, que quiere decir con dispositivos que se colocan sobre la cara del paciente para que respire un aire más rico en oxígeno; o bien ventilación mecánica invasiva, que requiere intubar al paciente, meterle un tubo en la tráquea, dormirlo y que una máquina respire por él”.

“A título personal, al estrés habitual de nuestro trabajo y al estrés que implica tener que protegerte y trabajar en estas condiciones con una distancia de seguridad entre los propios compañeros, se suma el hecho de vivir solo, tener lejos a la familia, a los amigos, la casa…Echo mucho de menos Ronda”, reconoce el médico residente.

“Son tiempos duros, pero vamos a salir de esta con la colaboración de todos. Esto no es una lucha de los sanitarios, es una lucha de todos juntos. Por eso es súper importante que os quedéis en casa, que os sigáis lavando las manos, que cuidéis a vuestros mayores, y cuidarlos es verlos lo menos posible. Y que intentéis cuidar nuestro sistema sanitario, porque es un gran tesoro que tenemos, lo digo de verdad”, concluye Javier, apelando a la responsabilidad de los ciudadanos y enviando este mensaje de ánimo.

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