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Una Alameda con aires del siglo XIX

Las actuaciones se realizarán por fases para que vecinos y turistas puedan seguir visitando este espacio // Paloma González

Sergio Valadez explica cómo será la reforma integral del emblemático parque rondeño

Paloma González

El arquitecto rondeño Sergio Valadez ha sido el encargado de diseñar el proyecto de reforma integral de la Alameda del Tajo, en la que se van a invertir más de un millón de euros ( el 75% será aportado por el Gobierno Central gracias al denominado 1,5% Cultural y el 25% restante procederá de fondos municipales).

“Esta transformación va a ser como volver atrás en el tiempo ya que el objetivo principal es recuperar la atmósfera del jardín del siglo XIX, momento original en el que se creó la Alameda”, explica. El rondeño asegura que es uno de los retos más complejos a los que se ha enfrentado ya que se trata de un espacio muy sensible:

“Cuando estás interviniendo en un espacio público tienes que tener en cuenta que estás modificando el escenario de los recuerdos de mucha gente. Y eso es un punto lo suficientemente importante como para contemplarlo desde la primera fase del proyecto”.

En este sentido, el arquitecto asegura que los cambios no van a ser tan drásticos como podría parecer en un inicio ya que se va a hacer especial hincapié en los paseos laterales:

“La diferencia más importante va a ser el pavimento, que está muy deteriorado y se va a cambiar por un pavimento de adoquín de mármol con un mosaico de colores terrizos para que se integren en la gama cromática del propio parque durante las diferentes estaciones del año. Es decir, vamos a jugar a potenciar lo que ya existe”.

La rehabilitación no contempla la zona del estanque, pero sí que se ha previsto crear una bóveda vegetal en el pasillo colindante a la Casa de la Cultura.

Respecto al cambio de ubicación de la entrada, Valadez asegura que será una decisión final del Ayuntamiento: “Me parecía interesante la conexión de la ciudad con el paisaje porque al abrir una puerta justo en el paseo central, incluso el que va en el coche, puede echar la vista a un lado y ver las montañas al fondo”.